«En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce» (Salmo 23:2).
¿Cómo puedes encontrar descanso en un mundo de incesante ajetreo y problemas?
David habla de verdes pastos donde puede descansar. Es una hermosa imagen del reposo. Luego menciona las aguas de reposo, donde puede beber y refrescarse.
Las ovejas temen el agua en movimiento porque, si se caen, su lana absorbería el agua como una esponja, y el peso las haría ahogarse. Por eso, un buen pastor construye una presa en el río, creando así un lugar donde las ovejas puedan beber con seguridad.
Aquí hay dos imágenes de descanso: un prado con hierba exuberante y charcos de agua tranquila a su lado.
El descanso no es algo que las ovejas encuentren fácil ni natural.
Fíjate en que David dice: «Me hace descansar».
Las ovejas son criaturas tímidas, y su única forma de defensa es correr. Por eso se mantienen en pie, listas para huir ante la primera señal de peligro. ¿Cómo pueden descansar si son tan vulnerables?
Quizás tú sabes lo que es esto: hay un problema que debes resolver o un reto al que debes enfrentarte, y tu mente no descansa. Te preguntas: “¿Cómo voy a superar esto?”. Te quedas despierto por la noche, repasando todo lo que ha sucedido y todo lo que podría suceder. Sabes que necesitas descansar, pero no sabes cómo encontrarlo.
De este salmo se desprende claramente que el descanso no le resultaba fácil a David, y eso no es de extrañar. Sufrió años de opresión huyendo de Saúl y luego pasó años preocupándose por su familia dividida y disfuncional, además de la carga que llevaba sobre sus hombros como rey.
El descanso no le resultaba fácil ni natural a David, pero él dice: «El Señor… me hace descansar» (vs. 1-2). ¿Cómo sucedió eso?
Las ovejas descansan cuando ven a su pastor.
Ponte en la posición de una oveja: sabes que eres vulnerable y que tu única defensa es correr. Así que te mantienes en pie. Pero, cuando ves a tu pastor, te acuestas y descansas, sabiendo que si viene el lobo, el pastor está allí y se encargará de él.
Las ovejas se acuestan cuando se sienten seguras, y se sienten seguras cuando ven al pastor.
Si el pastor abandonara el campo, volverías a ponerte de pie, atento al peligro y listo para correr. Pero mientras puedas ver a tu Pastor, podrás descansar.
David dice: «Mi Pastor… me hace descansar». Y así es como lo hace:
«Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo» (Salmo 23:4).
Incluso si ocurre lo peor… mi Pastor está conmigo. Y cuando sé que Él está conmigo, puedo descansar.
La manera de encontrar descanso es mantener al Pastor a la vista. El pastor no da descanso a sus ovejas eliminando el peligro del mundo. Los lobos siguen ahí fuera. Pero las ovejas se acuestan porque tienen al pastor a la vista. Su presencia les da descanso.
Cuando sientas miedo, recuerda que no estás solo: tu Pastor está contigo. Y tu Pastor es el Señor Dios Todopoderoso. La forma de encontrar descanso es mantener a tu Pastor a la vista. «En paz me acostaré y así también dormiré, porque solo Tú, Señor, me haces vivir seguro» (Salmo 4:8).
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