En la enseñanza Creyendo en el Señor Jesucristo sobre Juan 3:16, el pastor Colin Smith explica una manera equivocada (y peligroso) de pensar en el amor de Dios por nosotros.
¿Cómo sabes que Dios te ama?
Bueno, algunas personas responden de esta manera: “Bueno, sé que Dios me ama porque…” y luego enumeran las alegrías y bendiciones en sus vidas. “Sé que Dios me ama porque tengo una esposa maravillosa, tengo hijos sanos, tengo buenos amigos, tengo un trabajo estupendo que disfruto de verdad”.
Ahora bien, todo buen regalo, por supuesto, desciende de Dios, que es nuestro Padre celestial, y lo correcto es ver cada bendición como un regalo de Su mano, y debemos darle gracias por ello.
Sin embargo, el problema está en tratar de discernir y confiar en el amor de Dios sobre la base de las bendiciones. ¿Qué ocurre cuando pierdes ese gran trabajo? ¿Qué ocurre cuando alguien de tu maravillosa familia experimenta un trauma, sufre violencia, le diagnostican una enfermedad terminal?
¿Cómo te aseguras de que Dios te ama? ¿Qué haces cuando la persona que te quiere o a la que más quieres, pierde interés por ti? ¿Cómo estarás seguro del amor de Dios por ti en esos momentos?
Si intentas discernir el amor de Dios desde tus propias experiencias, siempre estarás confundido, porque cuando las bendiciones lleguen, dirás: Dios me ama, pero cuando los problemas lleguen, dirás: Dios debe estar en mi contra.
Y este es el problema de interpretar el amor de Dios desde tus propias experiencias, que pierdes el sentido real del amor de Dios por ti, justamente, en el momento en que más lo necesitas.
El punto es que la experiencia que tengamos en este mundo, seas cristiano o no, siempre será confusa. Este mundo está en caos y lo está porque se ha rebelado contra Dios.
Entonces, si tomas como referencia el mundo, jamás llegarás a la conclusión de que Dios ama al mundo. Dirás: bueno, mira la violencia, el terrorismo, la guerra, el sufrimiento, la enfermedad. ¿Cómo podría creer que Dios ama al mundo cuando veo cómo está el mundo?
No puedes creer que Dios ama al mundo mirando al mundo. Si haces esto, siempre estarás confundido y tu conclusión será: Me cuesta creerlo. Y esto pasa porque quieres convencerte del amor de Dios mirando en el lugar equivocado.
Entonces, ¿cómo sabes que Dios te ama? Respuesta: Sabes que Dios te ama porque Él entregó a Su Hijo por ti. Y eso está claro no solo en este versículo, sino en todo el Nuevo Testamento, donde esta verdad se repite una y otra vez:
Romanos 5:8: «Pero Dios demuestra Su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros».
1 Juan 4:9: «En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a Su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él».