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agosto 14, 2024

¿Por qué es importante la Palabra de Dios?

«Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones». (Colosenses 3:16)

Puedes notar que la comunicación de Dios con nosotros, que normalmente se conoce como la Palabra de Dios, se describe aquí como la Palabra de Cristo. Esa frase solo se usa aquí y en otro lugar en el Nuevo Testamento, pero nos recuerda una verdad muy importante.

Toda la Biblia es una historia y se trata de Jesucristo. Jesús le dijo a los fariseos: «Las Escrituras… dan testimonio de Mí» (Juan 5:39). En el camino a Emaús, Jesús llevó a dos discípulos confundidos a través de las Escrituras del Antiguo Testamento, mostrándoles «lo referente a Él en todas las Escrituras» (Lucas 24:27).

Jesucristo es el personaje central en toda la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, Él está oculto y es esperado, en el Nuevo Testamento, nos gozamos en Su revelación.

El punto central de la Biblia es que debemos llegar a conocer, disfrutar, amar, servir, y vivir para Jesucristo, el Hijo de Dios, que es el Salvador, el Señor de todo.

Este es el tema principal de Colosenses: «Porque agradó al Padre que en Él habitara toda la plenitud» (1:19)… «habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él» (2:15)… «Firmemente arraigados y edificados en Él y confirmados en su fe, tal como fueron instruidos, rebosando de gratitud» (2:7).

La Palabra de Cristo, la Biblia, es Dios hablándonos de Su Hijo, o Dios hablándonos nosotros a través de Su Hijo.

Nuevas ideas sobre la Biblia

Durante casi 2000 años, la iglesia cristiana ha estado de acuerdo en que la Biblia es la Palabra de Dios, aquella que habla principalmente de Su Hijo, Jesucristo. Digamos casi 2000 años, porque hace unos cien años algunas personas introdujeron una nueva y muy diferente visión de la Biblia. 

Charles Darwin cautivó la mente y el corazón de muchas personas con su teoría de la evolución, sugiriendo que el mundo podría ser explicado enteramente por causas y procesos naturales. Es fascinante seguir la historia de cómo en los años posteriores a este suceso, algunos líderes en la iglesia comenzaron a reformular su punto de vista de la Biblia a la luz de la teoría de la evolución.

La iglesia siempre ha tenido la convicción de que la Biblia es la Palabra de Dios para nosotros. La iglesia siempre ha creído en la existencia de Dios, que Él se ha dado a conocer a Sí mismo y que la Biblia nos comunica lo que Dios ha dicho y lo que Él ha hecho. La Biblia es esencialmente una historia acerca de Dios: Su mundo y Su Palabra para la humanidad. 

Pero estas nuevas ideas pusieron todo de cabeza. Puedes imaginar cómo algunos comenzaron a decir: «Nos han dicho que la historia se trata de Dios, pero ¿qué tal si la historia realmente se trata de nosotros?»

Si esto fuera cierto, entonces la Biblia sería la evolución del pensamiento humano sobre cómo podría ser Dios; y la Biblia no sería la palabra de Dios para nosotros, sino el registro de nuestras palabras acerca de Dios. Si crees esto, entonces es razonable concluir que esto comenzó de una manera muy básica y, con el paso del tiempo, nuestra visión de Dios se ha vuelto más sofisticada.

Estos son dos puntos de vista muy diferentes de la Biblia. En el primero, la Biblia es la Palabra de Dios para nosotros; en el otro, la Biblia es nuestra palabra acerca de Dios.

Lo que creas sobre la Biblia determinará cómo la usas y cómo respondes a ella.

Si crees que la Biblia es una palabra humana acerca de Dios, tal vez quieras leerla para inspirarte, pero cuando no encaje con tu visión de la vida o del mundo, te sentirás con la libertad de estar en desacuerdo y elegir tu propio camino.

Si la Biblia es meramente un conjunto de palabras humanas acerca de Dios, será normal que digas: «Así era antes, pero ahora es así».

Por qué es importante la Palabra: Tres convicciones bíblicas

¿Por qué es esto importante? ¿Qué diferencia hace? ¿Por qué debería importarle a alguien si la Biblia es nuestro discurso acerca de Dios o Dios hablándonos? Esto hace toda la diferencia en el mundo: aquí está el porqué.

1. Si Dios no ha hablado, Sus promesas son reemplazadas por nuestros deseos.

Piensa en algunas de las grandes promesas de las Escrituras:

«Porque Él mismo ha dicho: Nunca te dejaré ni te desamparare». (Hebreos 13:5)

«Cree en el Señor Jesús, y serás salvo». (Hechos 16:31)

«Y mi Dios proveerá a todas sus necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús». (Filipenses 4:19)

¿Quién dijo estas cosas? Si estas palabras salieron de la boca de Dios, si Dios las dijo, si en verdad son la Palabra de Dios para nosotros, entonces son promesas en las cuales podemos confiar. Puedes contar con eso, puedes basarte en ellas en cada circunstancia de tu vida. 

Pero si estas son palabras humanas acerca de Dios, entonces no son promesas en las cuales podamos confiar sino meramente deseos que surgen del corazón de Pablo o de Isaías, para que podamos también abrazarlos.

Si creemos que la Biblia es nuestro discurso acerca de Dios en lugar de la Palabra de Dios para nosotros, estaríamos socavando el fundamento de la esperanza y reemplazando las promesas de Dios con nuestros deseos acerca de Dios.

2. Si Dios no ha hablado, Su verdad es reemplazada por nuestra opinión.

La Biblia dice que Dios es clemente, misericordioso, lento para la ira y abundante en amor. Estas palabras se repiten no menos de siete veces en el Antiguo Testamento (Éxodo 34:6; Nehemías 9:7; Salmos 86:15, 103:8, 145:8; Joel 2:13; Jonás 4:2).

¿Pero de quién son estas palabras? Si Dios habló estas palabras a Moisés y a los profetas, podemos estar seguros de que efectivamente Él es clemente, misericordioso, tardo para la ira y grande en amor, porque Él es quien lo dijo. Él mismo ha revelado esto.

Pero si estas palabras surgieron de los pensamientos de Moisés, David, Nehemías o Jonás, entonces no tenemos la certeza de que podamos contar con Sus promesas para nuestras vidas hoy. Todo lo que tenemos son opiniones que surgieron de la experiencia de estos hombres en particular, y puede o no resultar cierto para nosotros hoy.

Cuando se asume la teoría de la evolución como verdadera, las conversaciones en pequeños grupos alrededor de la Palabra de Dios pueden tornarse en algo así… «Moisés creía que Dios es clemente y misericordioso, pero otros han tenido una experiencia diferente. ¿Tú qué piensas? ¿Qué opinas acerca de Dios? ¿Cómo lo ves?».

Cuando dejamos que nuestras ideas tomen el lugar de la Palabra que Dios nos ha dado, Su verdad es reemplazada por nuestra opinión y eso desvirtúa los fundamentos de nuestra fe.

3. Si Dios no ha hablado, Su acogida es reemplazada por nuestra experiencia.

La Biblia está llena de invitaciones:

«Inclinen su oído y vengan a Mí,

Escuchen y vivirá su alma.

Y haré con ustedes un pacto eterno». (Isaías 55:3)

«Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes». (Santiago 4:8)

«Vengan ahora, y razonemos,

Dice el Señor,

Aunque sus pecados sean como la grana,

Como la nieve serán emblanquecidos.

Aunque sean rojos como el carmesí,

Como blanca lana quedarán». (Isaías 1:18)

¿Quién dijo estas cosas? Si Dios las dijo (al profeta Isaías y a través de él y el apóstol Santiago), entonces puedes estar seguro de que Dios se está acercando a nosotros en amor. Eso significa que podemos acercarnos a Él confiadamente; podemos disfrutar de una verdadera y auténtica relación con Dios porque Él nos ha invitado a venir a Él.

Si estas palabras fueran simplemente reflejos de los pensamientos o experiencias de Santiago e Isaías, son solo señales en un viaje. Nos cuentan lo que han encontrado otros, pero no ofrecen ninguna seguridad de que encontraremos lo mismo.

Si la Biblia se ve como nuestro discurso acerca de Dios en lugar de la Palabra de Dios para nosotros, puede haber personas que se acercan y buscan a Dios, pero que encuentran muy, muy poco. ¿Por qué? Porque lo que se pierde es Dios extendiéndose en amor por medio de su Hijo, y sin esto, las personas terminan persiguiendo sus propias ideas.

¿Qué está en juego? Si la Biblia es nuestra palabra acerca de Dios en lugar de la Palabra de Dios para nosotros, entonces la bienvenida que Dios da es sustituida por nuestra experiencia y perdemos la seguridad de Su amor.

¿Ves cuánto importa esto? La base de la fe, la esperanza y el amor descansan en Dios habiendo hablado—dándonos promesas, diciéndonos quién es Él, invitándonos a una relación consigo mismo, y diciendo cómo eso es posible a través de Su Hijo Jesucristo.

Pensar en todo esto, me hace retroceder y dar un gran suspiro de alivio.

¡Gracias a Dios por la Palabra de Cristo!


Abre la Biblia – la Historia tiene recursos gratuitos para profundizar tu entendimiento de cómo la gran historia de la Biblia apunta hacia el Señor Jesucristo.


Colin Smith

Fundador y Pastor de Enseñanza

Colin Smith es el pastor principal en The Orchard Evangelical Free Church, en los suburbios del noroeste de Chicago, Estados Unidos. Es autor de varios libros, entre ellos El cielo, cómo llegué aquí: La historia del ladrón en la cruz y la familia de recursos titulada Abre la Biblia - la Historia. Colin es el Fundador y Pastor de Enseñanza de Abre la Biblia.
Colin Smith es el pastor principal en The Orchard Evangelical Free Church, en los suburbios del noroeste de Chicago, Estados Unidos. Es autor de varios libros, entre ellos El cielo, cómo llegué aquí: La historia del ladrón en la cruz y la familia de recursos titulada Abre la Biblia - la Historia. Colin es el Fundador y Pastor de Enseñanza de Abre la Biblia.