Este artículo está basado en la serie de predicas El Señor es mi Pastor del Pastor Colin Smith. Sigue sus enseñanzas en YouTube o en nuestro podcast «Abre la Biblia».
El Salmo 23 trata sobre las realidades de la vida. Cuando te enfrentas a decisiones difíciles, este salmo es para ti. Cuando estás desanimado, este salmo es para ti. Cuando te enfrentas a enemigos, este salmo es para ti. Cuando has visto el rostro del mal, este salmo es para ti. Y dado que algún día atravesarás el valle de la muerte, este salmo es para ti. Necesitas un pastor.
A continuación, encontrarás un resumen línea por línea de este amado salmo, explicando el significado de algunas de las palabras más reconfortantes jamás escritas y señalándote a nuestro Buen Pastor, Jesucristo (Juan 10:11,14).
Dios ha utilizado el Salmo 23 para animar a Su pueblo durante más de 3000 años. Que Él utilice estas palabras tan conocidas para darte fuerza, esperanza, consuelo y valor hoy.
El significado del Salmo 23, explicado línea por línea
Versículo 1
El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El Salmo 23 trata sobre el Señor. Cada línea trata sobre quién es Él y lo que hace. También trata de nosotros. Cada línea trata sobre nosotros y sobre lo que es nuestro cuando pertenecemos al Señor.
La relación entre un pastor y sus ovejas es una relación de propiedad. El pastor es dueño del rebaño. Cuando decimos: «El Señor es mi pastor», estamos diciendo, «El Señor es mi dueño». Esto aplica para ti si eres cristiano. No te perteneces a ti mismo. Has sido comprado por un precio. El Señor Jesús te compró al precio de dar Su vida.
Cuando estamos en el rebaño de Dios, el Pastor es nuestro dueño. ¿Qué hará el Pastor por el rebaño que le pertenece? El Salmo 23 nos da cinco respuestas maravillosas a esta pregunta: Él nos guía, nos restaura, nos protege, nos provee y nos ama. Cuando el Señor es tu Pastor, tienes todo lo que necesitas.
Escucha la enseñanza «Soy suyo, Parte 1» sobre Salmo 23:1 en el podcast de Abre la Biblia. Es parte de la serie sobre Salmo 23 El Señor es mi Pastor.
Versículo 2
En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce.
David afirma esto como un hecho. Él te guía. No hay nada que tengas que hacer para que esto suceda. Si estás en el rebaño de Dios, esto es cierto para ti. Esto es lo que Él hace por ti.
¿Adónde nos guía? En primer lugar, nos guía al descanso. Los verdes pastos proporcionan alimento a las ovejas. Me hace descansar en verdes pastos. Y me conduce junto a aguas de reposo. Lo importante aquí no es alimentarse o beber, sino descansar.
Quizás te resulte difícil descansar. Hay un problema que debes resolver, un desafío abrumador al que te enfrentas o algún temor con el que estás luchando. Sientes que no puedes descansar hasta tener la respuesta. Pero puedes recostarte y descansar cuando sabes que el Pastor está cerca.
Escucha la enseñanza «Él me guía, Parte 1» sobre Salmo 23:1 en el podcast de Abre la Biblia:
Versículo 3
Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de Su nombre…
El primer lugar al que Dios nos guía es al descanso. El segundo lugar al que nos guía es la la justicia. Aquí hay un orden: cuando encontramos descanso, tenemos la fuerza que necesitamos para caminar por el camino correcto.
Habrá momentos en los que el camino parezca imposible, en los que te resulte difícil ver a Dios, o en los que Su dirección te llegue a través de otras personas que Él ha puesto en tu vida, pero el Pastor siempre te guiará por el camino correcto.
El Pastor nos restaura cuando nos desviamos. Nos restaura cuando flaqueamos. ¿Estás experimentando injusticias, conflictos, decepciones, sufrimiento o grandes exigencias? Dios te restaurará de una manera única e individual, a través de un nuevo encuentro con Él mismo.
Versículo 4
Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.
La muerte no es el único valle que proyecta su sombra sobre nosotros. Morir es el último valle. Pero hay otros valles que recorremos a lo largo del camino. Quizás estés atravesando el oscuro valle del fracaso, la enfermedad o la soledad. Si eres cristiano, Dios está contigo hoy tanto en la oscuridad como en la luz.
Él no solo está contigo, sino que te protegerá del mal. La vara era un palo que llevaban los pastores para defenderse de los animales salvajes. El cayado es el bastón que utilizan los pastores para levantar a los corderos y llevarlos en brazos. Así, la vara y el cayado simbolizan la fuerza y el amor del Buen Pastor.
Por muy oscuro que sea el valle, no tienes que temer porque el Señor está contigo. Ningún poder puede arrebatarte de Su mano. Nada puede separarte de Su amor.
Versículo 5
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Dios a menudo usa cosas materiales para hablarnos de cosas espirituales, y aquí Dios usa tres cosas: una mesa, aceite y una copa para comunicarnos cómo Él nos sostiene.
Alguien te prepara una comida, y cuando está lista, te sientas a la mesa. Te sientas y, mientras comes, tus fuerzas se renuevan. La mesa nos recuerda que Dios nos sostiene dándonos nuevas fuerzas.
En el Antiguo Testamento, el aceite se utilizaba para ungir a los profetas, los sacerdotes y los reyes. Se les ungía con aceite porque Dios les había encomendado una misión especial. El aceite nos recuerda que Dios nos sostiene dándonos un nuevo propósito.
Alguien te prepara una comida y, cuando está lista, te sientas a la mesa. Te sientas y, mientras comes, tus fuerzas se renuevan. La mesa nos recuerda que Dios nos sostiene dándonos nuevas fuerzas.
En el Antiguo Testamento, el aceite se utilizaba para ungir a los profetas, los sacerdotes y los reyes. Se les ungía con aceite porque Dios les había encomendado una misión particular. El aceite nos recuerda que Dios nos sostiene dándonos un nuevo propósito.
Hay una versión del cristianismo que dice: «La vida apesta, pero el cielo está por llegar». Tienes que perseverar, y si lo haces, serás bendecido al final. Pero eso no es lo que David dice aquí. Él dice: «¡Mi copa está rebosando!». Jesús dijo lo mismo: «En el mundo tienen tribulación» (Juan 16:33). Pero también dijo: «Estas cosas les he hablado, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea perfecto» (Juan 15:11). El cayado nos recuerda que Dios nos sostiene dándonos un nuevo gozo.
Versículo 6
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.
Piensa en un pastor que camina delante de sus ovejas. Las ovejas lo siguen, y detrás de ellas hay dos perros pastores llamados Bondad y Misericordia, que persiguen a las rezagadas y las mantienen cerca del pastor. El Buen Pastor te mantiene cerca de Él a través de Su bondad y misericordia, siempre persiguiéndote.
Todo lo bueno en tu vida viene de la mano de Dios, así que dale gracias por ello. La bondad es que Dios nos da lo que no merecemos. La misericordia es que Dios no nos da lo que sí merecemos. Esta es una buena noticia, porque si Dios nos persiguiera con justicia, todos estaríamos en problemas.
Si Dios te persiguiera con juicio y condenación, por supuesto que huirías. Pero ¿por qué huirías cuando te persiguen la bondad y la misericordia?
Cuando David mira más allá de los días de su vida en este mundo, ve lo que viene después: el gozo de la eternidad en la presencia inmediata del Señor. Morar con el Señor será incomparablemente mejor que los mayores gozos que cualquiera de nosotros haya conocido en esta vida.
Jesucristo, nuestro Buen Pastor
Jesús es el Buen Pastor que cumple el Salmo 23. Cuando vino al mundo, dijo: «Yo soy el buen pastor» (Juan 10:11). Sí, pero ¿por qué deberías confiar en Él? ¿Por qué deberías seguirlo? Jesús continuó explicando: «El buen pastor da su vida por las ovejas» (Juan 10:11).
«Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada cual por su camino» (Isaías 53:6). Debido a nuestra rebelión, la ira de Dios pesaba sobre nosotros. El infierno se acercaba. Pero Jesús soportó todo ese infierno en la cruz, para que nosotros nunca supiéramos lo que es. Él nos salvó voluntariamente del infierno a costa de Su propia vida.
Jesús es el Buen Pastor porque murió para rescatar a las ovejas y porque vive para cuidarlas. El cuidado de Jesús implica conocimiento y compromiso.
¡Jesús te conoce completamente! Puede que seas un misterio para ti mismo, pero no lo eres para Él. Y Jesús está comprometido contigo. El Buen Pastor nunca abandonará a Sus ovejas. Si Jesús es tu pastor ahora, será tu pastor para siempre. La mayor bendición que puedes conocer en la vida es pertenecer por completo a Jesús, el Hijo de Dios.
