¿Qué dice la Biblia sobre el perdón?
Perdonar es una de las cosas más difíciles de hacer. La necesidad de perdonar presupone que se ha cometido un pecado y que existe una víctima. Dios nos ofrece el perdón en Jesucristo y nos llama a perdonar a quienes nos han hecho daño. Este artículo compartirá una muestra de las enseñanzas bíblicas sobre el perdón: cómo recibimos el perdón de Dios y cómo debemos perdonar a los demás.
Cómo recibir el perdón de Dios
En el sermón «¿Puedo estar seguro de que iré al cielo?», el Pastor Colin Smith utiliza la historia del ladrón en la cruz de Lucas 23:39-43 para ayudarnos a entender cómo podemos encontrar el perdón en Jesucristo. Él comparte tres puntos:
1. Voltea
Un hombre fue colgado de la cruz junto a Jesús debido a su pecado y las Escrituras dicen que es un ladrón que merece la muerte por sus malas acciones. Comenzó su tiempo en la cruz burlándose de Jesús, pero algo cambió; tal vez fue al oír a Jesús orar: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lucas 23:34). Quizá pensó: «Si Jesús es un rey como dicen que es, y ofrece perdón a Sus enemigos, ¿quizá me perdonaría a mí?».
Nuestros pecados nos condenan ante Dios: «Todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios» (Romanos 3:23). Para recibir el perdón de Dios, necesitamos dejar atrás nuestra vida de pecado o volvernos del pecado, lo cual llamamos arrepentimiento.
«Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que sus pecados sean borrados, a fin de que tiempos de alivio vengan de la presencia del Señor». Hechos 3:19
2. Pide
Después de que el ladrón se apartó del pecado, pidió: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en Tu reino» (Lucas 23:42).
El ladrón no tenía nada que ofrecer a Dios: ni tiempo para buenas obras, ni tiempo para asistir a la iglesia, ni para hacer las cosas bien de ninguna otra manera. Lo único que podía hacer era pedir desesperadamente a Jesús que tuviera piedad de él.
Cuando Jesús vio su fe sincera, le dijo: «En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23:43). El perdón y la promesa del cielo, ¡en un instante!
Jesús está dispuesto y es capaz de perdonar a cualquiera que se lo pida, incluyéndote. No importa quién seas: un ladrón, un asesino en serie o incluso una «buena persona» según los criterios humanos, puedes recibir el perdón de Dios a través de la fe en Jesús. Su muerte en la cruz pagó el precio por nuestro pecado que nosotros nunca podríamos pagar. Si estás agobiado por tu pecado y sabes que mereces el juicio de Dios, ¡pídele perdón hoy mismo!
«Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe» Efesios 2:8-9.
3. Confía
Después de recibir de Jesús la promesa de una eternidad con Él en el paraíso, el ladrón pasó por el período más doloroso y oscuro de su vida, pero confió en Jesús hasta que llegó al cielo. Y nosotros también podemos hacerlo, sin importar los desafíos que enfrentemos. Podemos sentirnos como si nos estuviéramos ahogando en un océano, pero podemos aferrarnos al Salvador Jesucristo como a un salvavidas, sabiendo que Él cumplirá la promesa que nos hizo.
Descarga el folleto gratis: ¿Puedo estar seguro de que iré al cielo? (PDF)
Versículos bíblicos sobre el perdón y el corazón misericordioso de Dios
Porque como están de altos los cielos sobre la tierra,
Así es de grande Su misericordia para los que le temen.
Como está de lejos el oriente del occidente,
Así alejó de nosotros nuestras transgresiones. Salmo 103:11–12
¡Cuán bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada, Cuyo pecado es cubierto! Salmo 32:1
Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9
Señor, si Tú tuvieras en cuenta las iniquidades,
¿Quién, oh Señor, podría permanecer?
Pero en Ti hay perdón,
Para que seas temido. Salmo 130:3–4
¿Qué Dios hay como Tú, que perdona la iniquidad
Y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad?
No persistirá en Su ira para siempre,
Porque se complace en la misericordia.
Volverá a compadecerse de nosotros,
Eliminará nuestras iniquidades.
Sí, arrojarás a las profundidades del mar
Todos nuestros pecados. Miqueas 7:18–19
»Vengan ahora, y razonemos»,
Dice el Señor,
«Aunque sus pecados sean como la grana,
Como la nieve serán emblanquecidos.
Aunque sean rojos como el carmesí,
Como blanca lana quedarán. Isaías 1:18
En Él tenemos redención mediante Su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de Su gracia. Efesios 1:7
Y Jesús decía: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Y los soldados echaron suertes, repartiéndose entre sí Sus vestidos. Lucas 23:34
Versículos bíblicos sobre la necesidad de perdonar a los demás
Sea quitada de ustedes toda amargura, enojo, ira, gritos, insultos, así como toda malicia. Sean más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, así como también Dios los perdonó en Cristo. Efesios 4:31–32
Y cuando estén orando, perdonen si tienen algo contra alguien, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus transgresiones. Marcos 11:25
Entonces acercándose Pedro, preguntó a Jesús: «Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces?». Jesús le contestó*: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Mateo 18:21-22
¡Tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca contra ti siete veces al día, y vuelve a ti siete veces, diciendo: “Me arrepiento”, perdónalo». Lucas 17:3-4
Porque si ustedes perdonan a los hombres sus transgresiones, también su Padre celestial les perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los hombres, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus transgresiones. Mateo 6:14-15
Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a Tu misericordia;
Conforme a lo inmenso de Tu compasión, borra mis transgresiones.
Lávame por completo de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado. Salmo 51:1-2
Aprende más en la enseñanza El perdón de Dios, parte de la serie Seis cosas para pedirle a Dios. Descarga el libro basado en la serie titulado El Padre Nuestro en 30 días.