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¿Qué es eso tan bueno a lo que tanto te aferras que estás dispuesto a perderte lo que Jesucristo te ofrece? El Pastor Colin nos ayuda a calcular el costo de seguir a Jesús. 

Pasaje: Apocalipsis 21:1-8


Dios enjugará toda lágrima de tus ojos. Y eso significa que no pasarás la eternidad cargando el doloroso peso de las relaciones difíciles con otros creyentes. 

Verás, incluso en nuestro mejor momento, nosotros como cristianos nos quedamos cortos de lo que un día seremos. Por eso, cuando pensamos en el cielo, a veces nos resulta difícil imaginar relaciones rotas completamente restauradas, heridas profundas completamente sanadas.

En el último mensaje hablamos sobre si nos reconoceremos unos a otros en el cielo. Tenía muchas preguntas y todas venían de una misma fuente. Una pregunta fundamental, ¿cómo va a tratar Dios con todo el peso de las dificultades que hemos tenido en nuestras relaciones?

Y la respuesta a eso es que Dios es capaz de hacer más de lo que pedimos, y es capaz de hacer más de lo que imaginamos. Y recuerden esto, que en el cielo, cada cristiano será hecho perfecto en arrepentimiento, hecho perfecto en perdón, hecho perfecto en humildad, y hecho perfecto en amor.

Perfecto en arrepentimiento significa que todos nosotros tendremos completa propiedad de todo lo que es nuestro incluyendo las cosas que no vimos o poseímos en esta vida. Ya no estaremos limitados en el conocimiento de nosotros mismos. Conoceremos tal como Dios nos conoce, tal como somos conocidos. No habrá evasiones cuando el arrepentimiento sea completo en el corazón de un creyente que será plenamente como Cristo.

Y al mismo tiempo en el cielo, cada creyente será hecho perfecto en el perdón. Así que no habrá rencores, no habrá resistencia, no habrá rechazo. Ahora aquí está la pregunta para reflexionar, y es muy útil. ¿Cuánto tiempo crees que le tomaría a una persona que ha sido hecha perfecta en el perdón reconciliarse con otra persona que ha sido hecha perfecta en el arrepentimiento, cuando ambos saben que su gozo en la presencia del Señor se debe enteramente a la gracia del Salvador que está de pie delante de ellos? ¿Cuánto tiempo crees que tomaría? Voy a buscar esta respuesta en un momento… en un abrir y cerrar de ojos.

Así que esta es la guía para pensar en lo que está por venir. Sumar, no es otro, es más. Restar, considera que no habrá más, no más muerte, dolor ni llanto. 

3. Dividir

«Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras, y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda». (Apocalipsis 21:7–8)

Y lo que se nos dice aquí muy claramente, y la razón por la que uso la palabra dividir es que Dios separará todo lo que es malo tanto de Su pueblo como de Su creación. «Los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras, y todos los mentirosos».

Ahora bien, esto no significa que todos los que han sido culpables de estos pecados serán excluidos del cielo. Y lo digo por esta razón: porque en 1 Corintios capítulo 6 hay una lista similar de pecados. Y en consonancia con Apocalipsis capítulo 21, Pablo dice que los injustos no heredarán el reino de Dios. Y da una lista de actos de injusticia.

«No se dejen engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios». (1 Corintios 6:9-10)

Pero luego leemos estas palabras. Pablo está escribiendo a cristianos en esta iglesia en Corinto, y dice esto después de esa lista: «Y esto eran algunos de ustedes». En otras palabras, dice que hay personas en la congregación que han sido culpables de cada una de estas categorías de pecados. 

«Y esto eran algunos de ustedes; pero fueron lavados, pero fueron santificados, pero fueron justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios». (1 Corintios 6:11)

Lo que nos está diciendo es esto, y es el corazón mismo del evangelio, que hay gracia y hay perdón para todo pecado imaginable, que Jesucristo ha comprado este perdón en la cruz mediante el derramamiento de Su sangre, que lo sostiene en Su mano y que lo ofrece gratuitamente a todo pecador arrepentido que se incline ante Él y ponga su confianza en Él.

Pero hay hombres y mujeres que no se acercan a Dios arrepentidos, que no miran a Cristo en busca de perdón y pureza, que no ven la necesidad del arrepentimiento y no ven la necesidad de un Salvador. Y en palabras de Jesús, los tales mueren en sus pecados.

Eso es Juan capitulo 8 y verso 24, lo que significa que la raíz del pecado permanece en ellos, que ellos se han atado a él y él se ha atado a ellos.

Ahora, si se les permitiera entrar en la nueva tierra, ¿qué ocurriría? La nueva tierra se convertiría muy rápidamente en la vieja tierra de nuevo. Y sabemos esto por la historia de la Biblia. Recordamos que en los inicios del mundo, el pecado había aumentado a tal grado que los pensamientos de los hombres eran malos todo el tiempo. La violencia y el asesinato habian crecido, y Dios intervino para ponerle fin a traves de un juicio dramatico en el diluvio. 

La población se redujo a una sola familia. Comenzamos de nuevo, por así decirlo, con la historia del mundo, un nuevo mundo que sale del arca, la familia de Noé, una sola familia. «Bien, lo haremos bien esta vez», excepto que incluso la familia de Noé llevaba la raíz del pecado dentro de ellos. Y si lees la historia, apenas salieron del arca, esta disfunción comenzó a manifestarse de nuevo en la única familia que comenzó en ese nuevo mundo.

Empezar de nuevo no es suficiente. Y cuando lo piensas, tenemos estas canciones sobre volver al jardín… Pues bien, no basta con volver al jardín. Dios no está en el negocio de ponernos simplemente de nuevo en el jardín y decir: «no lo arruines esta vez». Porque por supuesto, la realidad es que por naturaleza eso es exactamente lo que haríamos una y otra y otra vez.

En realidad, Dios está en el negocio de redimir a un pueblo para Él mismo, creando un pueblo que lo amará libremente, un pueblo que tiene un corazón nuevo, un pueblo en quien Él pondrá Su Espíritu Santo, un pueblo que está en Cristo y al que Jesucristo al final quitará el último rastro y vestigio de la raíz del pecado. El lo arrancará de nosotros por la raíz. Qué glorioso será eso. Y por eso dice Juan: “Vi una ciudad santa que descendía del cielo”.

Es por eso que al final, la morada de Dios quien es Santo, Santo, Santo está con las personas porque estas personas en el nuevo cielo y la nueva tierra han sido verdaderamente hechas santas de principio a fin. Y esto ha sucedido en Jesucristo, que no sólo los ha perdonado, sino que ahora, en estos cuerpos glorificados, ha quitado de ellos el último remanente de la raíz del pecado, de modo que la tierra nueva se convertirá en un lugar santo, y lo será para las personas que han sido santificadas. 

El Obispo Ryle dice: «La mayoría de los hombres esperan ir al cielo cuando mueran, pero pocos, y es de temer, se toman la molestia de considerar si disfrutarían del cielo si llegaran allí. El cielo es esencialmente un lugar santo. Sus habitantes son todos santos. Sus ocupaciones son todas santas. ¿Qué haría un hombre impío en el cielo si por casualidad llegara?»

Jonathan Edwards lo pone de esta manera: «Las personas impías no pueden disfrutar de Dios, y Dios no sería una recompensa para ellos. Todo el punto acerca del pueblo redimido de Dios es que ellos han llegado a amar a Dios, y lo que ha comenzado en esta vida imperfectamente se completa y se hace hermosamente nuevo, renovado para toda la vida por venir».

El cielo nuevo y la tierra nueva son el hogar de la justicia, dice el apóstol Pedro. Último versículo de Apocalipsis 21, nada impuro entrará jamás ahí. Así que si es el hogar de la justicia y nada inmundo entrará jamás en él, ¿cómo podría yo entrar en él? Sólo por la purificación de la sangre de Jesucristo.

Así que si quieres estar en el cielo, tienes que poner tu confianza en Jesucristo, el único que puede limpiarte, y tienes que poner tu corazón en la santidad, porque este es un lugar preparado para un pueblo dispuesto.

Sumar, restar, dividir, y aquí está la última estrategia: multiplicar. 

4. Mutliplicar

«Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo». (Apocalipsis 21:2)

Ahora, Jesús dijo claramente que no habrá matrimonio en el cielo. Eso está en Mateo capítulo 22 y versículo 30. No habrá matrimonio como lo conocemos. Seguiremos siendo hombre y mujer porque así es como Dios nos ha creado, pero el regalo del matrimonio fue dado para señalar algo más grande que Dios ha preparado para aquellos que lo aman. Y lo que se nos dice aquí es que habrá un gran matrimonio en el cielo. 

Es decir, Cristo es el novio y Su pueblo es Su novia. La gran unión será entre Cristo y todo Su pueblo, y ese será el centro mismo de Su gozo, y será el centro del nuestro. ¿Y por qué se describe como un matrimonio? Bueno, aquí está la respuesta: porque el matrimonio en su mejor momento en este mundo es apenas una muestra. Es una muestra del gozo que todo el pueblo de Dios encontrará en Jesucristo y que Jesucristo encontrará en todo Su pueblo para siempre. Cristo es el novio y Él lleva a Su pueblo a una gloriosa unión con Él mismo. Estamos hechos por Él y estamos hechos para Él.

Y las mayores alegrías que son posibles, por lo tanto, para un hombre o una mujer redimidos se encuentran en esta vida compartida con Jesucristo que es de la esencia misma de lo que nos espera. Nada menos podría satisfacer y nada más podría desearse. Por eso, en el centro mismo de esta visión, está la presencia de Dios con Su pueblo. Es la unión de Cristo con Su pueblo como el novio con la novia. Así que si tienes un buen matrimonio, si tu matrimonio es tan bueno que tiendes a decir: «oh, es una pena que no haya matrimonio en el cielo porque esto es algo muy, muy bueno». Si tienes un buen matrimonio, entonces en el mejor de los casos, esas alegrías son solo un indicador que Dios te ha dado para darte un pequeño vistazo de lo que te espera en las alegrías de la unión de Cristo y Su pueblo.

Sólo una pequeña muestra. Si esto es así de bueno, ¿cuánto mejor, multiplicado, será la unión de Cristo y Su pueblo? Y si tienes un mal matrimonio, o si anhelas haber tenido un matrimonio y no se te ha dado ese don particular en esta vida, tienes alguna noción dentro de tu mente de lo que podría ser, alguna noción de lo que debería ser. E incluso esa noción es un pequeño indicador que Dios ha puesto en tu mente para darte una anticipación de lo que realmente serán las alegrías multiplicadas del pueblo de Dios en unión con Su Salvador que nos amó y se entregó por nosotros. 

Y este gozo, porque es un gozo relacional, seguirá aumentando a medida que crezca nuestro conocimiento de nuestro infinito Salvador por toda la eternidad. Piensa en ello. Incluso en esta vida, a medida que tienes múltiples experiencias positivas, eres capaz de recordar las cosas buenas que han sucedido a lo largo de los años. Por lo tanto, tienes un conocimiento cada vez mayor de lo que es un gozo para ti ahora y de lo que ha sido un gozo para ti. E incluso a medida que lo recuerdas, sigue siendo un gozo para ti. 

Jonathan Edwards argumenta que será lo mismo en la eternidad, que las alegrías del cielo se acumularán. Él dice: «Así que piensa cómo será eso cuando hayas estado en el cielo por un millón, millón de años, una bendición sobre otra. Cuanto más veamos de Su belleza, más lo amaremos. Y cuanto más lo amemos, más nos deleitaremos en Él, y cuanto más nos deleitemos en Él, más felicidad tendremos en Él». Él está describiendo una vida de gozo exponencialmente creciente, un gozo que siempre crece. 

Y creo que por eso dice que Jesucristo el Cordero será nuestro pastor, y nos conducirá a manantiales de agua viva. ¿Qué dicen los manantiales de agua viva? Que es inagotablemente fresco, glorioso, siempre con nuevos descubrimientos de la riqueza de la vida en la presencia de Dios. 

Dos aplicaciones

La primera es para las personas que están evitando hacer un compromiso total con Jesucristo. 

Sé que en este momento estoy hablando con alguien que realmente está pensando en comprometerse con Jesús, pero le es difícil venir a Él en arrepentimiento. Es difícil venir a Él con fe, y si lo confiesan como Señor, para algunas personas que están pensando en esto, puede ser muy costoso confesar a Jesús como su Señor. 

Y quiero decirte que, por muy costoso que te resulte, al final no puedes perder. Nadie en el cielo se arrepiente de haberle seguido, ni siquiera aquellos a quienes les costó la vida. ¿A qué te aferras ahora en tu vida que sea tan bueno que valga la pena cambiarlo por lo que Jesucristo tiene en Sus manos y te ofrece ahora?

El gozo de Su perdón, el gozo de que Él se convierta en tu Señor y Salvador, el gozo de todo lo que Él tiene en perspectiva para Su pueblo por siempre jamás en el nuevo cielo y la nueva tierra. No puedes tomar una mejor decisión, por costosa que sea, por difícil que sea, que inclinarte ante Jesucristo como tu Señor y como tu Salvador y como tu Maestro para seguirle y confiar en Él. 

La última aplicación está dirigida para la persona que se siente agobiada y que siente la gran presión de este camino difícil que Dios le está llamando a recorrer, y que le ha estado afectando, tanto que dice: «No sé cuánto tiempo podré seguir con esto». Escucha, a la luz de todo lo que Dios ha hecho por ti, a la luz de todo lo que tienes por delante, a la luz del hecho de que el Espíritu Santo de Dios te es entregado ahora mismo, puedes perseverar.

«En Su presencia hay plenitud de gozo, y a Su diestra hay placeres para siempre» (Salmo 16:11). Y tú no estás lejos de eso. Tienes una vida muy corta en este mundo, y después de eso, el gozo es para siempre. John Newton contó una historia que encontré en un artículo de John Piper. 

Él dijo: «imagina a un hombre que iba camino a Nueva York. Y el hombre está en camino a recibir una herencia de un millón de dólares». Esto fue en el siglo XVIII, así que no sé lo que un millón de dólares en el siglo XVIII representaría ahora, pero sería una fortuna enorme. Continúa diciendo: «supongamos que su carruaje tirado por caballos pierde una rueda un kilómetro y medio a las afueras de Nueva York. Y entonces este hombre tiene que caminar el último kilómetro y medio hasta Nueva York para recibir esta enorme herencia». Newton dijo: «¿qué pensarías de ese hombre si a cada paso de ese último kilómetro y medio se quejara mientras camina? Imagínatelo. “¿Por qué se sale la rueda de mi carruaje? Siempre me pasa lo mismo”.

¿Cómo crees que caminará un hombre que está a un kilómetro y medio de recibir una enorme herencia incluso si perdió una rueda del carruaje? Caminará con gozo. Caminará con anticipación. El dirá: “estoy a una milla de Nueva York y voy a heredar un millón de dólares”». 

Amigo, en Cristo tú estás en el último tramo de tu viaje para heredar el nuevo cielo y la nueva tierra. Y encontrarás fuerza para tu viaje mientras anticipas el gozo que te espera.