Todos somos tentados. Mientras estés en el cuerpo, la tentación puede alcanzarte. El impulso al pecado tiene una pista de aterrizaje en tu vida.
Jesús no dice: «Velen y oren, para que no sean tentados». No hay manera de llegar a un lugar en la vida cristiana donde ya no seas tentado. Él dice: «Velen y oren para que no entren en tentación» (Mateo 26:41).
Lo que dice John Owen es útil aquí. Según Owen, entrar en tentación tiene dos características distintivas:
Primero: «Satanás se vuelve más serio de lo normal». No todos los días en la vida cristiana son iguales, hay momentos cuando el maligno intensifica su acoso contra nosotros. Resulta que existen temporadas de la vida donde se desata el infierno. Pablo se refiere a esto: «tomen toda la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo» (Efesios 6:13).
Segundo: «El corazón … es incapaz de escapar de la trampa de la tentación».(1) A menudo podrás rechazar o ignorar tentaciones sin muchas dificultades, pero llegarán temporadas cuando una tentación en particular ganará poder y vigor dentro de ti; te encontrarás dividido, queriendo rechazar la tentación, pero al mismo tiempo incapaz de librarte de ella.
Ilustración #1: El vendedor
Imagina a un vendedor tocando a tu puerta, abres y te dice lo que está ofreciendo a la venta. En un punto, si no estás interesado, no te resultará difícil decir «No estoy interesado, inténtelo con los vecinos». Pero imagina que invitas a esta persona a entrar a tu casa.
Ahora, él se sienta en tu sala y hace su presentación, te muestra el producto, habla sobre lo mucho que lo necesitas y sobre cómo mejoraría tu vida si lo compras. Algunas cosas comienzan a tener sentido y te sientes comprometido, entonces llega el momento en que te resulta difícil decir «no».
Esto es lo que significa «entrar» en tentación. Estás comprometido con ella, conectado a ella, la dejas entrar y está sentada en la sala de tu casa. La tentación que aterrizó en tu carne ha encontrado un lugar en tus afectos. La tentación crece en poder a medida que gana una posición en tu alma.
Ilustración #2: Fútbol americano
Resulta útil hacer una analogía con el fútbol americano. El juego consiste en mover un balón hacia adelante y hacia atrás, intentando ganar yardas. Estás ganando una posición, lo mismo ocurre en el ajedrez. El maestro de ajedrez gana una posición en el tablero, poco a poco va colocando sus piezas, en posiciones dominantes en el tablero, hasta que tu rey es derribado.
Esto también pasa en el mundo de los negocios cuando se produce una adquisición hostil de una empresa. Poco a poco, con el tiempo, se gana una posición con las acciones y con un lugar en el Consejo Directivo, y finalmente su posición se vuelve abrumadora y la adquisición es irresistible.
Vemos lo mismo en la guerra. Los grandes conflictos militares de la historia fueron ganados o perdidos según las posiciones de las tropas, las piezas estratégicas que se pusieron en acción. Esto es cierto en el campo de fútbol americano, en la sala de juntas y en el campo de batalla.
En la noche en que nuestro Señor fue traicionado, Satanás estuvo ganando una posición, había entrado en el corazón de Judas, el traidor. Estaba liberando su arsenal completo, así que nuestro Señor Jesús se acerca a los discípulos y les dice: «Velen y oren para que no entren en tentación. Lo que Satanás está haciendo aquí va a atraparlos, no se metan en un lugar donde el pecado los atrape».
Esta palabra es para nosotros. Las tentaciones vendrán a ti esta semana, y Jesús te dice: «Vela y ora, para que lo que enfrentes no entre ni te atrape».
[1] John Owen, «Triunfo sobre la tentación». P. 144-145, David C. Cook, 2004
Ve la enseñanza “Batallando con la tentación” del Pastor Colin Smith. Es parte de un recurso llamado Abre la Biblia Cursos que se lanzará en 2025, Dios mediante.