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marzo 10, 2025

Siete consejos para leer el libro de Apocalipsis 

Tengo que hacer una confesión: leer el libro de Apocalipsis ha sido una lucha para mí. He pasado por temporadas en las que, mientras más me esfuerzo por estudiarlo, menos entiendo lo que dice o por qué es importante para mi caminar con Cristo.

Puedo señalar algunas razones para ello: extrañas interpretaciones que conectan caprichosamente los símbolos del Apocalipsis con los eventos actuales,[1] miríadas de cuadros y posturas en relación con este libro y, quizá lo más importante, mis pobres habilidades de lectura.

Quizá hayas tenido una experiencia similar.

Nuestra tentación, por tanto, es descartar este libro porque consideramos que es imposible de entender y, por tanto, lo mantenemos cerrado. Pero al hacerlo perdemos algo muy significativo. Entendemos el porqué cuando leemos la extraordinaria promesa en el tercer versículo de este libro: 

«Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están escritas en ella, porque el tiempo está cerca» (Apocalipsis 1:3).

¿Cómo alcanzamos esta bendición? Al crecer como lector del Apocalipsis, descubrí que las siete sugerencias que describo a continuación son invaluables.

Siete consejos para leer el libro de Apocalipsis

1. Considera la audiencia original

El apóstol Juan escribió el Apocalipsis para animar a la asediada iglesia del primer siglo. Eso significa que, cuando le leía el Apocalipsis en voz alta a las iglesias (1:3), se esperaba que los creyentes comunes y corrientes, que no tenían títulos de teología avanzada ni interpretaciones sofisticadas, entendieran y aplicaran el mensaje como era la intención de Dios. Si estos cristianos podían oír y guardar el mensaje en ese tiempo, nosotros también podemos hacer lo mismo hoy en día.

2. Haz buenas observaciones

Un error que cometemos al estudiar la Biblia es saltar a las preguntas o curiosidades o aplicaciones, sin antes leer cuidadosamente el texto. A continuación, comparto algunas indicaciones que te mantendrán enfocado en el texto:

  • Pregúntate: ¿Qué es lo que realmente está diciendo el texto? Lucha con la urgencia de acudir a notas de estudios o a algún comentario antes de leer y pensar cuidadosamente.
  • Nota las repeticiones clave. La repetición de bendiciones, la constancia paciente, el trono de Dios (que se refiere a la soberanía del Señor sobre la historia), el arrepentimiento y «el vencedor» es central al mensaje del Apocalipsis. Considera subrayar o resaltar estas repeticiones clave para ayudarte en las lecturas que hagas del libro en el futuro.
  • Observa los contrastes. Para citar algunos ejemplos, el Apocalipsis contraste el cielo y la tierra, los seres espirituales buenos y malos, el pueblo de Dios y el mundo rebelde. Mientras observas los contrastes, pregúntate: ¿Cuál es la intención y el efecto que se desea con esto?

Al crecer en mi habilidad para hacer observaciones, he descubierto que releer los libros de la Escritura me ayuda a ver lo que realmente dice el texto.

3. Entiende los principios básicos de la literatura apocalíptica

El Apocalipsis es una amalgama de géneros: además de ser un libro de profecía (1:3) y una epístola (1:4), es un libro apocalíptico, es decir, que contiene revelaciones acerca del futuro. Algunos incluso lo llaman «el libro de las revelaciones». La palabra «apocalipsis» simplemente significa «revelación» en griego. El mensaje del Apocalipsis no está velado intencionalmente de los lectores, como si Dios quisiera ponernos un acertijo. Observa las primeras palabras del libro: «La Revelación [o apocalipsis] de Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto. Él la dio a conocer…» (1:1, énfasis mío). Esta revelación sirve para un propósito especial: para dar «una perspectiva celestial en nuestras circunstancias terrenales para que todas las generaciones del pueblo de Dios puedan ser desafiadas y recibir consuelo y esperanza para el futuro».[2]

La literatura apocalíptica no está interesada en dar una cronología exacta o una línea de tiempo, y con frecuencia repetirá los mismos eventos desde ángulos diferentes. (Por esa razón, te animo a enfocarte en lo que está claro en el texto, no en tratar de descifrar la línea del tiempo).

La literatura apocalíptica está llena de símbolos e imágenes. El apocalipsis menciona muchas figuras como sellos, trompetas, copas, bestias, mujeres, siete colinas, la marca de la bestia y más. Cuando Dios nos da el significado de un símbolo (ver Apocalipsis 1:12, 20 y 12:9, por ejemplo), pon atención; ¡eso hace más fácil nuestra tarea de interpretación!

Las pistas para interpretar símbolos podrían provenir de otras partes de la Escritura. Muchas de las bestias, colores y números del Apocalipsis encuentran primero su significado en otras porciones de las Escrituras.[3] (Una Biblia con un sistema de referencias cruzadas o una Biblia de estudio pueden ayudarte con esto). Otras pistas podrían venir de un buen entendimiento de la audiencia original. Por ejemplo, los lectores originales probablemente leían la referencia a las «siete colinas» en Apocalipsis 17:9 e inmediatamente pensaban en las siete colinas de la Roma antigua (una Biblia de estudio puede ayudarte en este punto).

Si te da vueltas la cabeza, ¡no te preocupes! El siguiente punto te animará.

4. Enfócate en el mensaje principal y no te quedes enredado en los detalles

Parte del desafío del Apocalipsis es la miríada de detalles confusos. ¿Por qué la primera bestia en Apocalipsis 13 tiene diez cuernos y siete cabezas? ¿Cuándo se derramarán las copas de la ira? ¿Quién es el anticristo? ¿Acepté la marca de la bestia por no leer los términos y condiciones en algún sitio web? Fácilmente perdemos de vista el bosque por estar viendo los árboles con esas preguntas. Tener siempre en mente la idea principal del libro nos mantendrá enfocados en lo que es más importante.

Una sugerencia de idea principal es la siguiente: El Cristo resucitado llama a Su pueblo a una perseverancia fiel en medio de intensas tribulaciones, mientras Él juzga a Sus enemigos y completa la realización de Su Reino eterno. Esas son palabras complicadas, así que considera esta alternativa de dos palabras: Jesús gana.

Cuando leas cada sección del libro, haz tu mejor esfuerzo por responder las preguntas: ¿Cómo se relaciona este texto con la idea principal o cómo la desarrolla? Y: ¿Qué me llama a hacer Cristo en este pasaje?

5. Aprecia la influencia del Antiguo Testamento en el Apocalipsis 

El Apocalipsis lleva la historia de la Biblia a un cierre.[4] Al igual que el final de cualquier historia épica, los hilos conductores clave se resuelven y alcanzan su cumplimiento. (Si eres un cinéfilo, podrías compararlo con la última película de una serie épica que comparte «huevos de Pascua» de los episodios anteriores a lo largo de la historia).

Según las cuentas, el Apocalipsis alude al Antiguo Testamento más de 500 veces.[5] Eso significa que, para entender el Apocalipsis tal como está escrito, ¡será mejor que dejemos a un lado el periódico y nos pongamos a leer el Antiguo Testamento!

Nunca vas a sondar la profundidad del uso que hace el Apocalipsis del Antiguo Testamento, pero reconocer estas referencias puede endulzar tu experiencia al leer el libro y tu apreciación general de la gloriosa unidad de la Biblia.

A continuación, te comparto un kit para principiantes de los pasajes del Antiguo Testamento que añadirán profundidad a tu lectura:

  1. Génesis 1–3 – Si quieres entender bien cualquier historia, debes saber cómo empieza y cómo termina. Lee Génesis 1-3 y después Apocalipsis 21-22, observando las semejanzas y las diferencias entre ambos pasajes. Por ejemplo, en Génesis 1 vemos que Dios crea los cielos y la tierra en el principio, mientras que Apocalipsis 21 presenta un nuevo cielo y una nueva tierra. Vemos cómo la maldición del pecado entra en la creación perfecta de Dios en Génesis 3, y observamos cómo ya no habrá más maldición en Apocalipsis 22:3. Capta los hilos conductores que conectan el principio y el final de la Biblia y tendrás una mejor idea de lo que tratan los 1184 capítulos que han entre ellos. También apreciarás más la persona y la obra de Jesucristo, quien es el enfoque de las Escrituras (Lucas 24:44).
  2. Éxodo 7–13 – Apocalipsis hace eco de las plagas de Egipto a lo largo del libro (por ejemplo, ver las siete copas de la ira de Dios en el capítulo 16). En Apocalipsis, se menciona en repetidas ocasiones a Jesús como «el Cordero que fue inmolado» (Apocalipsis 5:12), una imagen que se origina en la cena pascual de Éxodo 12. En el libro de Éxodo, Dios flexionó Sus soberanos músculos de forma dramática cuando juzgó a Sus enemigos y salvó a Su pueblo por medio de la sangre del cordero. Él hace exactamente lo mismo en Apocalipsis.
  3. Salmo 2 – La imagen de cómo Cristo hace pedazos a las naciones con una vara de hierro aparece varias veces en Apocalipsis (2:27, 12:5, 19:15) y hace acuerdo a los lectores quién realmente está a cargo cuando las naciones arremetan en contra de Dios y de Su Cristo ungido.
  4. Daniel 7 – Juan extrae muchísimos detalles de la porción profética del Antiguo Testamento, especialmente los libros de Daniel, Zacarías y Ezequiel. Quizá ningún otro capítulo de esta porción de la Escritura sirva como un mejor telón de fondo de Apocalipsis que Daniel 7. En ese capítulo, Daniel ve una visión nocturna de cuatro bestias y también de uno «como un Hijo de Hombre» (Daniel 7:13), a quien se le dio dominio y un reino eterno «para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran» (Daniel 7:14). ¿Te suena familiar? 🙂

6. Saborea el poder y la gloria de Jesucristo  

De principio a fin, el Apocalipsis presenta una imagen gloriosa del Señor Jesucristo. En el capítulo uno, Jesús es «uno semejante al Hijo del Hombre», una figura majestuosa que sostiene las llaves de la muerte y del Hades (Apocalipsis 1:18). Él tiene ojos como llamas de fuego, pies parecidos al bronce bruñido y Su voz como el ruido de muchas aguas, enfatizando Su autoridad divina y Su gloriosa presencia. En el capítulo 5, es el Cordero vencedor que fue inmolado y el Único digno de abrir el rollo y romper sus sellos. El resto del libro llama a Jesús el vencedor sobre el pecado y la muerte, el Alfa y la Omega, el Rey de reyes y Señor de señores, el lucero resplandeciente de la mañana en una era nueva y gloriosa, el juez de los vivos y los muertos, y el Jinete en el caballo blanco que regresará en gloria para reinar por siempre.

Cuando asimiles quién es Jesús y apliques Su Señorío a tu vida y a tus luchas en este mundo, podrás unirte a la gran multitud del cielo que dice a gran voz:

«El Cordero que fue inmolado es digno de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza» (Apocalipsis 5:12).

7. Pon tu esperanza en Dios y en tu futuro glorioso 

Si alguna vez has sentido desánimo al pensar en guerras, hambrunas, pandemias y en el creciente mal en nuestro mundo, el Apocalipsis es para ti. El Apocalipsis levanta nuestros ojos de nuestro mundo atormentado, para que miremos al Dios que gobierna todo soberanamente y que un día quitará todo el mal y el dolor del mundo, y que nos está llevando a nuestro hogar celestial para siempre.

Lejos de ser un libro confuso o aterrador, el Apocalipsis es un profundo consuelo. Revela nuestro glorioso futuro que estará libre de la presencia del pecado, del dolor y de la muerte, y donde tendremos la bendición de vivir en la presencia de Jesucristo.

Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: «El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado» (Apocalipsis 21:3-4).

La parte más difícil (y bendecida) del Apocalipsis 

Aunque este artículo debería ofrecerte una ayuda práctica para leer el Apocalipsis, todavía tendrás muchas preguntas. ¡Yo aún las tengo! Pero recuerda que, según Apocalipsis 1:3, el verdadero desafío de este libro no es lo que no entendamos, sino guardar lo que sí entendemos.

Mientras vivimos y sufrimos por Cristo en nuestro mundo, ¿acaso no somos como los santos vencedores que «no amaron sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte» (Apocalipsis 12:11)? ¿Nos estamos aferrando a Cristo, aun cuando el mundo nos dice que lo rechacemos y que confiemos en las personas, las posesiones, el placer o los políticos?

Sin importar cuál sea nuestra respuesta, tenemos la presencia y el poder de nuestro Salvador resucitado de nuestro lado. Él puede ayudarnos a escuchar y guardar el mensaje del Apocalipsis hasta que nos llame a nuestro Hogar o hasta que regrese en gloria. Hasta entonces, mantengamos nuestros ojos fijos en Jesús, y sigamos leyendo el Apocalipsis.

[1] G. K. Chesterton dijo una vez: «Y, a pesar de que San Juan vio tantos monstruos extraños en su visión, no vio ninguna criatura que fuera tan salvaje como uno de sus propios comentaristas». 

[2] Del video de Bible Project, “How to Read the Bible: Apocalyptic Literature” (Cómo leer la Biblia: Literatura apocalíptica) recuperado en https://www.youtube.com/watch?v=UNDX4tUdj1Y.

[3] Para aprender más, lee: “Numerical Symbolism in the Book of Revelation” por Michael Kuykendall. https://www.thegospelcoalition.org/themelios/article/numerical-symbolism-in-the-book-of-revelation/

[4] El doctor Brian Tabb llama al Apocalipsis un “remate canónico” en el título de su libro: All Things New: Revelation as Canonical Capstone [Todas las cosas serán nuevas: el Apocalipsis como un remate canónico] (serie New Studies in Biblical Theology [Nuevos estudios en teología bíblica]).

[5] John filtró en sus escritos el lenguaje y las figuras del Antiguo Testamento por algunas razones: una de ellas es que el Antiguo Testamento moldeó su cosmovisión y le otorgó su lenguaje; la segunda es que él tuvo visiones de las mismas cosas que vieron los profetas del Antiguo Testamento, así que tiene sentido que describa todo con tanto parecido.


Kevin Halloran

Director de Contenido y Estrategia

Kevin Halloran sirve en Abre la Biblia y vive cerca de Chicago, Illinois, con su esposa y dos hijas. Ha ministrado en la República Dominicana, en México y en Ecuador, donde aprendió español. Su pasión es fortalecer a la iglesia para el ministerio de la Palabra de Dios. Escribió el libro Cuando orar es una lucha: una guía práctica para superar los obstáculos en la oración (P&R, 2023). Puedes encontrarlo en su blog Anclado en Cristo, Facebook, Twitter y YouTube.
Kevin Halloran sirve en Abre la Biblia y vive cerca de Chicago, Illinois, con su esposa y dos hijas. Ha ministrado en la República Dominicana, en México y en Ecuador, donde aprendió español. Su pasión es fortalecer a la iglesia para el ministerio de la Palabra de Dios. Escribió el libro Cuando orar es una lucha: una guía práctica para superar los obstáculos en la oración (P&R, 2023). Puedes encontrarlo en su blog Anclado en Cristo, Facebook, Twitter y YouTube.