Pregunta: ¿Veré a mi ex-esposo abusivo de nuevo en el cielo? Él afirmaba ser cristiano.
Respuesta: Como seguramente sabes, la respuesta a tu pregunta no es simplemente una cuestión de si tú, yo o alguien más quisiera que así fuera. Como cristianos queremos ser fieles a lo que Dios nos ha dicho sobre el cielo en Su Palabra.
Consideremos juntos tres cosas que pienso que te ofrecerán paz mental.
1. No todo el que dice ser cristiano es un verdadero creyente.
Jesús mismo dijo: «Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu nombre, y en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hicimos muchos milagros?” Entonces les declararé: “Jamás los conocí; apártense de Mí, los que practican la iniquidad”» (Mateo 7:22-23).
Muchos que dijeron ser cristianos mientras estuvieron aquí en la tierra se sorprenderán en el último día al descubrir que no lo eran. Este podría muy bien ser el caso de tu ex-marido. Por supuesto, ninguno de nosotros sabe con certeza hasta el último día, quién era y quién no era un auténtico creyente.
Nuestros propios corazones son a veces difíciles de entender, y mucho menos el corazón de otra persona. «Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo entenderá?» (Jeremías 17:9). Suena, por lo que has dicho, como que tu ex-marido no mostró un estilo de vida piadoso mientras estuvieron juntos. Sin embargo, es posible que hacia el final de su vida llegara a un conocimiento de la salvación que ofrece Jesús. (¿Recuerdas al ladrón en la cruz en Lucas 23?)
En un nivel, puedes considerar esto como un alivio. Pero también es una advertencia para nosotros: que no asumamos que somos cristianos simplemente porque vamos a la iglesia o tratamos de hacer cosas buenas. La fe auténtica siempre lleva a una vida transformada. Si tienes pecados con los que no te has enfrentado, te animo a que lo hagas hoy. «Si ustedes oyen hoy Su voz, no endurezcan sus corazones…» (Hebreos 3:15). Qué triste sería que te preocuparas por ver a tu ex-marido en el cielo, y luego terminaras sin estar ahí.
2. Cada cristiano será hecho perfecto en el cielo.
Juan dijo: «Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos como Él es» (1 Juan 3:2).
Cada uno de los hijos de Dios será hecho como Jesucristo en el cielo. No tendremos pecado. Así que ninguno de nosotros, tú, yo y tu ex-esposo, seremos hechos perfectos en esta vida. Todavía continuaremos luchando con el pecado, todos nosotros, hasta el final. El pecado no será quitado de nuestra vida hasta que lleguemos al cielo.
Así que, si tu ex-esposo era un creyente genuino, él será un hombre muy diferente del que conociste, no debes temer verlo en el cielo. Sospecho que, si está allí, querrá disculparse profundamente por las muchas maneras en que te hirió.
3. El cielo será un lugar de gozo, no de dolor.
En una visión que Juan tiene del cielo, dice: «Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: “El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado”» (Apocalipsis 21:3-4).
Lo primero que hay que decir del cielo es que Dios mismo estará allí. Eso significará alegría para todos los que le han amado y han anhelado Su venida. Pero también significa claramente que no habrá pecado en el cielo. Y puesto que toda causa de pecado será excluida del cielo, todos los efectos del pecado, lágrimas, muerte, luto y dolor, también pasarán. Tu ex-marido, si está en el cielo, ya no te causará pena, tristeza o dolor. Estas cosas ya no serán parte de tu experiencia en el cielo.
Espero y oro para que estas cosas te animen. Oro para que puedas reflexionar sobre estos versículos y ver que no hay nada de qué preocuparte con respecto a tu ex-marido. Él estará en el cielo, y será un hombre muy diferente del que conociste, o no estará en el cielo en absoluto.
En el amor de Cristo,
Pastor Tim