Detalles

Fecha

Pastor

Descripción

Conoce a un hombre exitoso, trabajador y confiable, y escucha lo que Jesús tiene que decirle. El Pastor Colin nos habla sobre la historia de Nicodemo.

Pasaje: Juan 3:1-21


Transcripción

Si tuviera que elegir un personaje de la Biblia cuya historia nos habla más que ninguna otra, creo que sería la de este hombre, Nicodemo. Más que cualquier otra persona, creo que su perfil se ajusta a lo que somos. Y hay cientos, cientos de personas muy, muy parecidas a Nicodemo en todo tipo de congregaciones durante los fines de semana.

Quiero describirles a este hombre. Creo que lo reconocerán muy, muy rápidamente, y muchos sentirán que se están mirando en el espejo, por así decirlo. En el capítulo 3 del evangelio de Juan, versículo 1, observen cómo se nos presenta por primera vez: «Había un hombre de los fariseos, llamado Nicodemo, prominente entre los judíos».

Aquí hay dos descripciones. La primera, que era prominente entre los judíos, lo que significa que llegó a la cima de su profesión. Era un exitoso, había tenido una gran carrera, le había ido muy bien. Detrás de eso, por supuesto, había un talento especial, sin duda una buena educación, y ciertamente mucho trabajo duro. Luego se nos dice que era fariseo. Ahora, sé que la palabra fariseo a veces suena negativa en nuestros oídos, ya sabes, pretencioso, arrogante, y así sucesivamente, y ciertamente había algunos de los fariseos así.

Pero recuerden que cuando el apóstol Pablo hizo una lista de sus credenciales antes de conocer a Cristo, una de las cosas que puso allí fue, además de ser hebreo de hebreos y circuncidado al octavo día, en cuanto a la ley, era un fariseo. Y la razón por la que lo usa ahí es porque en aquellos tiempos, eso era considerado lo más admirable que se podía ser. Así que aquí tenemos a una persona exitosa, confiable y respetada y que al mismo tiempo se siente atraído por Jesucristo.

Y de nuevo, esto es interesante porque a menudo podemos suponer que los fariseos fueron siempre los que se opusieron a Jesús, y ciertamente algunos de ellos lo fueron. Marcos 3:6 indica que desde el principio, algunos de ellos realmente se pusieron en contra de Jesús. Pero en estos primeros días, es evidente en estos versículos que al menos algunos de los fariseos estaban abiertos hacia Jesús e incluso afirmaban Su ministerio.

Fíjense en el versículo 2. Nicodemo le dice a Jesús: «Sabemos que has venido de Dios como maestro». Así que parece estar diciendo, mira, hay algunos de nosotros entre los fariseos que nos sentimos atraídos por lo que dices e impresionados por lo que haces. Estamos interesados en entablar una conversación contigo, nos gustaría poder aprender de ti.

Ahora, mientras desarrollamos su perfil, si vemos el versículo 4, aprendemos algo más. Le pregunta a Jesús, ¿cómo puede un hombre nacer de nuevo siendo viejo? Y, por supuesto, está hablando de sí mismo. Así que podemos deducir que Nicodemo era una persona madura con una carrera establecida. 

¿Qué tan viejo es viejo? Recuerdo a mi abuela, de unos 80 años, hablando de los ancianos, es decir, de los mayores de 95 años. Es algo que cambia con la época. Pero en el mundo del primer siglo, donde a menudo la esperanza de vida era bastante más corta de lo que es hoy, creo que podemos pensar razonablemente en alguien con una carrera establecida, probablemente en sus cuarentas, cincuentas o más.

Este es el perfil de Nicodemo. Vean si lo reconocen: un hombre de carácter impecable, un hombre de disciplina implacable y puro trabajo duro, justo, honesto, muy exitoso, de valores conservadores, que honra a Dios, que cree en la Biblia, que respeta la ley, maduro, respetado, bien educado, un hombre de éxito que se sintió atraído por Jesús. 

Quiero decir que hay cientos de hombres y mujeres que se ajustan a esa descripción en las iglesias este fin de semana. En gran medida, este es un retrato de lo que somos. Y si no te describe, voy a asumir que probablemente es lo que quisieras ser, que te gustaría poder decir, soy muy exitoso, y decir, soy muy admirado por los demás y así sucesivamente.

Y noten una cosa más que nos describe bastante bien. Nicodemo vino a Jesús de noche, versículo 2, así que hay cierta cautela en él. Aquí está este hombre, una persona reflexiva. Eso es muy, muy parecido a nosotros. Y tiene preguntas para Jesús, pero quiere poder hacer sus preguntas de una manera tranquila y privada, no está interesado en una gran escena con todas las multitudes alrededor.

Él viene donde Jesús en la noche y Él le da la bienvenida después de un largo día, seguramente con muchas personas que tienen peticiones y preguntas. Y ahora es de noche, y alguien golpea a la puerta, y es este hombre; y Jesús, donde sea que se estaba quedando al momento, le da la bienvenida. 

Imagínate a estos dos hombres, Nicodemo y Jesús, un fariseo y el Hijo de Dios, sentados allí, a ambos lados de una mesa con una pequeña lámpara de aceite que está encendida a altas horas de la noche. Y él viene y le pregunta a Jesús. Así que lo que Jesús le diga a este hombre es sin duda algo de suma importancia para todos nosotros.

Hoy tengo una estructura muy simple: Primero quiero que vean lo que Nicodemo entendió, luego lo que pasó por alto, y entonces, muy brevemente, lo que hizo. 

Lo que entendió

Versículo 2: «Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales que Tú haces si Dios no está con él».

Ahora noten que Nicodemo reconoce muy claramente que Jesús era un maestro de Dios. Un maestro es alguien que imparte verdad o sabiduría para la vida. Obviamente, la enseñanza puede llevarse a cabo de diferentes maneras, puede ser señalando, demostrando, guiando, modelando o instruyendo. Pero sea como sea, al fin y al cabo, un maestro es alguien de quien se aprende.

Y él dice: tú eres un maestro de Dios. Eso ya lo sabemos. Un maestro de Dios es obviamente uno que tiene autoridad divina y por lo tanto debe ser obedecido. Ahora llamé al mensaje de hoy «cuando la religión no entiende lo más importante» por esta razón: porque hay muchas, muchas iglesias en las que el mensaje central se ha convertido en lo que Nicodemo entendió.

En otras palabras, que Jesús es un maestro de Dios, que Jesús ha venido a mostrarnos cómo vivir, que debemos andar y caminar en la senda de Jesús, que debemos amar a Dios, que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y que debemos ir por todo el mundo y decirle a otras personas que hagan lo mismo. Ahora quiero que vean que todo esto está dentro del alcance de lo que comprendió Nicodemo porque dice: “sabemos que eres un maestro de Dios y sabemos que has venido a mostrarnos cómo vivir a la manera de Dios”.

Ahora bien, ¿por qué comprendió eso? Respuesta: porque Dios ya había comunicado cómo vivir a Su pueblo. Comunicar cómo vivir era algo que Dios ya había hecho. El pueblo de Dios ya tenía Su enseñanza con respecto a cómo vivir. De hecho, ellos tenían los Diez Mandamientos que fueron escritos por el dedo del mismo Dios Todopoderoso. Y ellos habían tenido estos mandamientos por 1500 años, antes de la venida del Señor Jesucristo.

Y cuando Jesús dijo, ama a Dios con todo tu corazón y ama a tu prójimo como a ti mismo, simplemente estaba resumiendo o repitiendo de manera resumida lo que ya había sido revelado en las Escrituras del Antiguo Testamento a través de los mandamientos 1500 años antes. Y así Nicodemo piensa que tiene esto resuelto: lo que tenemos aquí es algo que ya hemos visto antes, tenemos a un maestro de Dios, uno que viene a decirnos cómo vivir, uno que debe ser obedecido, un maestro, en otras palabras, como Moisés, o como los profetas que vinieron de Dios y nos dijeron qué hacer.

De forma preocupante, una gran parte de la religión en Latinoamérica hoy en día va totalmente en esa línea. Y un gran número de personas en las iglesias han llegado a conocer a Jesús sólo de esa manera.

Ahora quiero que noten, y esto es muy importante, que Jesús no criticó a Nicodemo. Cuando Nicodemo describe a Jesús como un maestro, nuestro Señor no dice: “oh Nicodemo, entendiste mal”. Cristo añade a lo que Nicodemo ha entendido correctamente, pero no quita nada de lo que Nicodemo ha entendido. Esto es importante porque nadie puede reconocer a Jesús como Salvador si no se somete a Él como maestro. Cristo nunca es menos que un maestro para Su pueblo.

Pero amigos, quiero decirles hoy que damos gracias a Dios porque Él es más que eso. Otras religiones alrededor del mundo tienen maestros, nosotros tenemos más que un maestro, tenemos a un Salvador, y eso es mucho más. Y entender la diferencia está justo en el centro de esta conversación que tiene lugar entre Jesús y Nicodemo. 

Lo que pasó por alto

¿Qué fue lo que pasó por alto Nicodemo? Al ver sólo a Jesús como un maestro que da mandamientos según las líneas del Antiguo Testamento para vivir una vida de amor, para ir y ser una luz para los demás en todo el mundo y así sucesivamente, lo que pasó por alto fue:

1. La infusión de vida de lo alto.

Y en eso se centra Jesús, como bien saben aquí en el versículo 3. Jesús le respondió: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no podrá ver el reino de Dios.

Ahora, cuando Jesús dice, “en verdad, en verdad”, tú sabes que las palabras que Él está a punto de decir son de suprema importancia. Esta es la manera en que Jesús subraya algo, por así decirlo, lo resalta y dice, si te vas a perder algo, no te pierdas esto. Y cuando habla de ver el reino de Dios, ¿qué es eso? Ver el reino de Dios es vivir en la alegría y la bendición del Reino o el gobierno de Dios.

Y en la enseñanza de Jesús, eso es algo que comienza aquí y ahora, en este mundo, y el gozo de vivir bajo el reinado y el gobierno de Cristo alcanzará la plenitud en Su reino cuando venga en el nuevo cielo y en la nueva tierra. Ahora escucha lo que Jesús está diciendo. Doble énfasis, “de verdad, de verdad”, resalta esto, no te lo pierdas. A menos que nazcas de nuevo, no verás el gozo de vivir bajo la bendición, el reino y el gobierno de Dios. En otras palabras, si todo lo que tienes es cómo aprender el camino de Jesús, no verás el Reino de Dios.

Eso es extremadamente sorprendente, especialmente cuando más y más iglesias están poniendo eso en el centro mismo de su mensaje. Si todo lo que tienes es cómo aprender el camino de Jesús, no verás el Reino de Dios. Si todo lo que tienes es lo que me acabas de decir, no vas a entrar en la bendición y el gozo de Su gobierno. Si todo lo que tienes es un intento persistente de vivir una vida que honre a Dios, si eso es todo lo que tienes, no vas a ver la gran bendición y gozo del Reino y el gobierno de Dios.

Lo que debes tener, y no te pierdas esto, dice Jesús, es que debes nacer de nuevo.

Ahora, ¿qué significa nacer de nuevo? Noten primero que hay una pequeña nota al pie de página en el versículo cinco en referencia a esta expresión, “nacer de nuevo”, y nos dice en la nota al pie de página, ustedes tienen ojos muy agudos, pueden verlo, si no, les diré lo que dice. Dice que el griego es ambiguo a propósito y puede significar tanto nacer de nuevo como nacer de lo alto. En otras palabras, lo que Jesús dijo aquí puede ser traducido “de nuevo” o igualmente válido puede ser traducido como “nacido de lo alto». Esto es muy útil porque nos comunica la verdad de lo que significa nacer de nuevo, una infusión de vida divina, vida que viene de lo alto, una infusión de vida que viene de Dios mismo. Eso es lo que está en el corazón de la expresión “nacer de nuevo”.

Noten en segundo lugar, que en el versículo 3, nacido de nuevo o nacido de lo alto, es explicado en el versículo 5 por las palabras, «nacido de agua y del Espíritu». Así que si ponen estos dos versículos juntos, verán muy obviamente la conexión. «A menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios», versículo 3, y versículo 5, «a menos que uno nazca del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios».

Muy claramente cuando ponen estos juntos, pueden ver que nacer de nuevo es intercambiable con nacer del agua y del Espíritu. En otras palabras, el nuevo nacimiento en su naturaleza es una infusión de vida de lo alto, vida de Dios mismo, es una vida que limpia y una vida que renueva, nacido del agua y del Espíritu. Ese es el significado de esta frase. Así que poniendo estas cosas juntas, ahora podemos tener esta definición de que nacer de nuevo o nacer de lo alto es una infusión de vida nueva que viene de Dios mismo en la cual una persona es maravillosamente limpiada y maravillosamente renovada.

Nacido de agua y del Espíritu no está describiendo dos maneras diferentes de nacer, ya saben, natural y espiritual. Eso no es lo que dice. No, nacido del agua y del Espíritu es el desglose de lo que significa nacer de nuevo. Explica el contenido y dice que es la infusión de una vida divina que limpia y renueva. Ahora vean lo que dice Jesús en respuesta al comentario de Nicodemo sobre reconocerlo como maestro.

Jesús dice: “Nicodemo, esto es lo que tienes que entender, no he venido simplemente para que aprendas sobre la vida he venido para que tengas vida”. Gran diferencia. Y por supuesto Jesús dice esto una y otra vez en el evangelio: “He venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
Yo les doy vida eterna” (Juan 10:28). 

Y cuando se les da esta vida eterna, esa vida nunca perecerá. Gran diferencia entre aprender de la vida de Jesús y recibir la vida de Jesús. Jesus no dice, he venido a decirles cómo vivir la vida. 

Todo eso ya estaba en el Antiguo Testamento. Él nos dice: He venido para que tengan vida. No he venido a decirte cómo ser mejor persona, he venido a hacer de ti, por la infusión de la vida divina, una persona nueva. Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas.

¿Ven esa diferencia? Es un mundo muy diferente al que Nicodemo había conocido.

2. El mensaje central de las Escrituras

Ahora bien, la importancia de lo que pasó por alto se pone de relieve sobre todo en el versículo 10, donde Jesús deja claro que éste es en realidad el mensaje central de las Escrituras, no sólo en el Nuevo Testamento, sino incluso en el Antiguo. Fíjense en lo que dice Jesús en el versículo 10: «¿Eres tú maestro de Israel y no entiendes estas cosas?”

Ahora, recuerden que Nicodemo no tenía el Nuevo Testamento, tenía el Antiguo Testamento, tenía las mismas Escrituras del Antiguo Testamento que tenemos nosotros. Y muy claramente, Jesús esperaba que del versículo 10, una persona conociendo el Antiguo Testamento, pudiera entender esta infusión de vida de lo alto. 

¿Cómo es que tienes las Escrituras del Antiguo Testamento y no entiendes esto? Tal vez se pregunten: ¿dónde está eso? Y les digo que está en las Escrituras del Antiguo Testamento, en muchos lugares. Permítanme darles uno y quizás sea el más claro de todos. Ezequiel 36:25-27. En el Antiguo Testamento, Dios dice: “pondré mi ley dentro de ellos, la escribiré en sus corazones, les rociaré agua limpia”.

Si se dan cuenta, ya hablaba de la infusión del amor divino en la vida, viniendo al corazón, limpiándolo. Yo rociaré agua limpia sobre ti, te daré un corazón nuevo, que es renovador. Y pondré mi Espíritu en ti y haré que caminen en mis estatutos, como en el Antiguo Testamento. Y la forma en que Jesús describe lo que Ezequiel profetizó es a través de un nuevo nacimiento. 

Es una infusión de vida de lo alto, es una vida divina que entra en ti de tal manera que te lava, te limpia y te renueva de adentro hacia afuera. Mucho más que simplemente seguir a un mentor en un camino o en una forma de vida. Y Jesús dice en el versículo 17: “Nicodemo, no te maravilles de que te diga que es necesario nacer de nuevo”.

Así que Nicodemo claramente está sentado en la mesa como diciendo, ¿en serio, en serio? Y Jesús está diciendo, ¿cómo puedes haber estudiado tanto las Escrituras todos estos años y no has entendido esto? ¿Cómo es posible que una iglesia tenga la Biblia abierta y llegue a la conclusión de que el mensaje central es simplemente hacer nuestro mayor esfuerzo para seguir la forma de vivir de Jesús? ¿Cómo puede ser?