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marzo 31, 2025

Siete razones para animarte a orar

Puede ser en un hospital o en otro momento de crisis, pero en algún punto la mayoría de las personas sienten la necesidad de orar. Esto es cierto para miles de millones de personas que nunca se asomarían por la puerta de una iglesia.

Esto es algo que la iglesia puede ofrecer. En algún momento, los cristianos se enfrentarán a una necesidad que experimentará la mayoría de las personas en nuestras comunidades y en nuestro país: orar. Los cristianos sabemos orar, o al menos deberíamos saber hacerlo.

Pero, ¿sabemos por qué oramos? Aquí he desarrollado siete razones por las cuales debemos orar con el fin de animarte en tu búsqueda de una relación con el Señor Jesucristo.

1. Ora, porque Jesús es nuestro Sumo Sacerdote.

«Teniendo, pues, un gran Sumo Sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios». (Hebreos 4:14)

Si tengo que entablar una conversación importante, siempre agradezco tener a alguien más presente conmigo. ¿Hay alguien más que pueda acompañarme, que conozca mejor a la persona con la que me reuniré?

Recuerda cómo se sintió Moisés cuando Dios lo envió a hablar con el faraón: Dios envió a Aarón con él y Aarón era el Sumo Sacerdote. ¿Quién irá con nosotros cuando vayamos ante el trono, no del faraón, sino del Dios Todopoderoso?

Hebreos dice «Teniendo, pues, un gran Sumo Sacerdote»Piensa en esto: Jesucristo está sentado a la derecha del Padre, y Él está ahí para nosotros. Cuando oras, asciendes por fe a los lugares celestiales, donde está Cristo.

Cristo está al lado del Padre, y cuando oras, estás al lado de Cristo. Él está ahí para ti, y cuando hablas, ¡Él está ahí contigo! Él está ahí, respaldando lo que estás diciendo, poniendo Su Nombre como garantía de lo que estás pidiendo.

Puedes venir al Padre con Jesús a tu lado. Él está ahí para apoyarte en tus oraciones, para respaldar lo que dices, para estar de acuerdo con tu oración porque ya fue la suya.

2. Ora, porque Jesús conoce cómo es la vida.

«Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado». (Hebreos 4:15)

No hay nada que traigas a los pies de Cristo que lo sorprenda. Nada que enfrentes le parecerá desconcertante, no necesitas esconder nada de Él. Piensa en la humanidad de Jesús: trabajó en un taller, lloró, vio cómo las tinieblas fueron desatadas como nadie más.

3. Ora, porque Dios nos invita ante Su trono de gracia.

«Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia…». (Hebreos 4:16)

Bunyan dice: «Dios tiene más de un trono…». El trono de la gracia es muy diferente al trono del juicio. ¡Dios nos invita a venir ante el trono de la gracia! ¿Con qué frecuencia te pondrías a orar si supieras que te acercas al trono del juicio?

4. Ora, porque así es como recibirás ayuda de Dios.

«Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna». (Hebreos 4:16)

Muchos que se consideran cristianos sienten que no reciben ayuda de parte de Dios. Si ese fuera el caso, hazte la siguiente pregunta: «¿Estoy orando?» Es a través de la oración que recibimos la ayuda de Dios porque te acercas al trono de la gracia. ¿Cuánto más podrías recibir de Dios si oraras?

5. Ora, porque Jesús oraba.

Esto lo vemos en todo el ministerio del Señor Jesús, Él iba a lugares solitarios para orar.

Cuando llega la hora de Su prueba más grande, Él ora en el jardín de Getsemaní (Mateo 26:36-46). La Escritura nos dice que Él hace la misma oración tres veces. Su alma está luchando, Él vuelve al Padre una y otra vez, buscando ayuda y alivio.

Si el Hijo de Dios hizo esto, ¿Cuánto más debo yo de hacerlo en mi propia debilidad?

6. Ora, porque así te guardarás de la tentación.

«Velen y oren para que no entren en tentación…». (Mateo 26:41)

Cuando alguien viene y me dice: «¡Sigo cayendo en la misma tentación!», mi primera pregunta es, «¿Estás orando?»; mi segunda pregunta es, «¿Estás velando?»

Es muy fácil caer en ser un “seudocristiano”. Piensas: «No puedo escapar de este pecado, pero está bien, porque hay gracia. Así que, no me tengo que preocupar».

La promesa de Cristo es bien clara: si velas y oras, hay suficiente ayuda para que no caigas en la tentación. Haz estas cosas y te mantendrás firme, ignora estos mandatos y de seguro caerás en la tentación.

7. Ora, porque cuando buscas de Cristo, lo encontrarás.

«Pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá». (Mateo 7:7-8)

Habrá ocasiones donde sentirás que no pasa nada cuando oras. Esta es una promesa para ayudarte a perseverar: Pide y sigue pidiendo a Dios.

Procura estar en oración

Andrew Gray empezó a pensar en aquellos que están en el cielo y sobre qué nos dirían con base en su propia experiencia:

Ahora, creo que si Adán fuera a darles un consejo, sería este: Procuren estar en oración.

Si Moisés y Aarón les dieran un consejo, sería este: Procuren estar en oración.

Si David les diera un consejo, sería este: Procuren estar en oración.

Si las cuatro criaturas (alrededor del trono de Dios) les dieran un consejo, sería este: Procuren estar en oración.

Si los veinticuatro ancianos les dieran un consejo, sería este: Procuren estar en oración.

Si todos los ángeles que están parados en el mar de cristal les dieran un consejo, sería este: Procuren estar en oración.

Si el espíritu de aquellos hombres ya hechos perfectos les diera un consejo, sería este: Procuren estar en oración.


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Colin Smith

Fundador y Pastor de Enseñanza

Colin Smith es el pastor emérito en The Orchard Evangelical Free Church, en los suburbios de Chicago, y es un miembro del concilio de The Gospel Coalition. Es autor de varios libros, entre ellos El cielo, cómo llegué aquí: La historia del ladrón en la cruz (que también es una película), el libro El Padre Nuestro en 30 días y el podcast Una caminata por la historia bíblica. Escucha su enseñanza en el podcast de Abre la Biblia.
Colin Smith es el pastor emérito en The Orchard Evangelical Free Church, en los suburbios de Chicago, y es un miembro del concilio de The Gospel Coalition. Es autor de varios libros, entre ellos El cielo, cómo llegué aquí: La historia del ladrón en la cruz (que también es una película), el libro El Padre Nuestro en 30 días y el podcast Una caminata por la historia bíblica. Escucha su enseñanza en el podcast de Abre la Biblia.