Cuando llegue el momento de morir y vayas a la eternidad, ¿Cómo será? ¿Cuál será tu experiencia? ¿Qué harás ahí? El Pastor Colin habla sobre cómo será esto un minuto después de tu muerte.
Pasaje: Apocalipsis 6:9-11
Recurso: El cielo: Un devocional de 30 días (PDF)
En el último episodio nos preguntamos: ¿Cómo puedo estar seguro de que iré al cielo? ¿A quién le dijo Jesús, hoy estarás conmigo en el paraíso?
- Vimos que el ladrón volteó hacia Jesús. Comenzó a temer a Dios y reconoció a Cristo como rey.
- Luego le pidió a Jesús. “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en Tu reino”. Pedir significa que vienes con las manos vacías. Pedir significa que no intentas hacer un trato.
- Luego, confió en Jesús. Jesús le hizo una promesa y él confió en las palabras de Jesús en medio de la oscuridad, el dolor, e incluso la muerte.
A la persona que voltea hacia Jesús, le pide a Jesús y confía en Jesús, Él le dice: «Hoy estarás conmigo en el paraíso».
¿Cómo sucede esto? ¿Cuál es la experiencia de un cristiano inmediatamente después de morir?
Ahora recuerden que después de la muerte, un creyente en el Señor no experimenta todo lo que sucederá en la resurrección. La resurrección del cuerpo se produce cuando Cristo viene en poder y en gloria. Y la muerte es la separación del alma del cuerpo. Dejamos descansar el alma del cuerpo de un ser querido que muere, y su alma va a la presencia de Jesús.
¿Cuál es la experiencia de un creyente ahora en la presencia del Señor?
Jesús le dijo al ladrón: «Hoy estarás conmigo en el paraíso».
¿Qué experimentó al terminar el día? Esta es una pregunta profundamente personal para todos nosotros.
Cuando murió el padre de mi esposa Karen, fuimos a Inglaterra para asistir a su funeral. Su padre murió a la edad de 90 años. Murió como un creyente. Murió en el Señor. En las últimas semanas ha sido muy natural preguntarnos: ¿Qué está experimentando ahora? ¿Qué está haciendo?
Todos los que han perdido a un ser querido se hacen estas preguntas.
Quiero darles cuatro respuestas hoy, y luego mostrarles cómo pueden usar estas verdades desde distintos pasajes bíblicos para fortalecerse ante los desafíos de su propio camino.
¿Cómo será el cielo?
Los seres queridos que han muerto en el Señor están:
1. Con Cristo
Esas preguntas son muy claras en las palabras de Jesús hacia el ladrón en la cruz.
«Hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lucas 23:43)
La gran promesa es que estaría con Cristo. Y Jesús dijo que sería «hoy». «Para ti, la muerte será un traslado inmediato a la presencia gozosa del Padre en el cielo». «¡Tú estarás conmigo!»
Hemos visto que Jesús murió antes que el ladrón. Él encomendó Su Espíritu en las manos del Padre, y cuando el ladrón murió, fue inmediatamente a la presencia de Jesús.
No hubo estrés postraumático para él en el cielo. No más heridas del pasado. No más miedo por el futuro. Hubo completa sanidad en la presencia de Dios
Ahora, ese traslado inmediato del alma del ladrón entre su muerte y la presencia del Señor es un prototipo o un modelo de la muerte de cada creyente.
Se nos dice esto muy claramente en el Nuevo Testamento en 2 Corintios 5:8. Pablo dice que cuando tu alma está ausente del cuerpo, habita con el Señor. Pablo lo dice de dos formas distintas en 2 Corintios 5.
«Mientras habitamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor» (v6)
«Preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar con el Señor» (v8)
Cuando un ser querido que fue creyente muere, y te preguntas dónde está ahora, ¿cuál es la respuesta? Tu primera respuesta es «Con Cristo». Están ausentes del cuerpo y por eso dejamos el cuerpo para que descanse. Habitan con el Señor.
2. Plenamente conscientes
Cuando vayas a la presencia del Señor Jesús a través de la muerte, esto será cierto para ti también.
Jesús le dijo al ladrón: «Hoy estarás conmigo en el paraíso». Él no dijo: “Cuando el día termine, pasarás un largo periodo de inconsciencia, que durará más de 2,000 años. Y luego, cuando venga en poder y gloria, te despertaré y estarás conmigo en el paraíso.” No, ¡la promesa de Jesús es mucho mejor que eso! Hoy estarás conmigo en el paraíso.
¡Gozo inmediato y consciente en la presencia de Dios!
Ahora, algunos han considerado el hecho de que la Biblia algunas veces se refiere a la muerte como sueño (no todos dormiremos, pero todos seremos, 1 Corintios 15:51), y han sugerido que las almas de los creyentes duermen cuando mueren.
Pero lo que duerme no es el alma, sino el cuerpo. El cuerpo es puesto a descansar hasta la resurrección. El alma está viva en la presencia de Jesús.
Algunas de las personas se aferran a la idea de que el alma duerme sólo porque es más fácil imaginar la inconsciencia que imaginar la vida del alma sin un cuerpo. Pero la inconsciencia no es la promesa de Jesús. ¡Gracias a Dios por ello! Disfrutar Su presencia en la compañía de Jesús en el paraíso es la verdadera promesa.
El apóstol Pablo dijo: «Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia» (Filipenses 1:21) Luego, en Filipenses 1:23 dice, «Teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor» (Filipenses 1:23).
Lo que está diciendo en estas dos declaraciones, que es “ganancia” y que es “mejor por mucho”, es que lo que el creyente experimenta inmediatamente en la presencia consciente de Jesús es mejor, por mucho, que lo mejor que puedas experimentar como un creyente en este mundo.
¡Piensa en todas las bendiciones que son tuyas en Cristo en esta vida! Has nacido de nuevo, justificado por fe. Has sido reconciliado con Dios y adoptado en Su familia. El Espíritu de Dios vive dentro de ti y nada puede separarte del amor de Dios en Cristo Jesús nuestro Señor. ¡Te ha bendecido con toda bendición espiritual en Cristo! ¡No hay forma alguna en que la inconsciencia sea mejor que esto!
Lo que es mucho mejor es que la fe se convertirá en vista. El dolor, la aflicción, el fracaso, la violencia y la persecución terminarán. Ya no llevarás tu cruz, ya no pecarás más. Tu espíritu será hecho perfecto y disfrutarás conscientemente la presencia de Jesús.
Estar con Cristo es mejor que todo lo que tienes en Cristo. Es mejor de cualquier cosa que hayas conocido y cualquier cosa que puedas conocer en este mundo. Esto no es inconsciente, es el deleite inmediato y consciente en la presencia de Jesús. Así que quiero ser claro sobre esto, ya que de otro modo no disfrutaremos una expectación gozosa de lo que nos espera como lo muestra tan vívidamente el Nuevo Testamento.
Los creyentes que han muerto, ¿qué están experimentando en este momento?
- Están con Cristo
- Están plenamente conscientes
3. Involucrados activamente
Aquí es donde quiero animarlos respecto a la vida que está por venir. Este es el problema que tenemos: Todo lo que disfrutamos en la vida se experimenta a través del cuerpo. Disfrutamos caminar y correr, pero ¿cómo harías eso sin piernas? Disfrutamos escuchar música, pero ¿cómo harías eso sin oídos? Disfrutamos ver el mundo, pero ¿cómo harías eso sin ojos?
Todo lo que hacemos en esta vida es a través del cuerpo. Y ahora, el cuerpo de una persona que amas es puesto a descansar. No recibirán el cuerpo de la resurrección hasta que Cristo regrese. Entonces, ¿qué se supone que estén haciendo en este momento?
Pensar en esto me ha ayudado con esta pregunta: Dios nos hizo como la unión de cuerpo y alma. Él sopló aliento de vida en nuestro cuerpo, y por eso tememos a la muerte. Es la destrucción de nuestra naturaleza, la separación de lo que Dios ha unido.
Es muy difícil para nosotros imaginar cualquier cosa fuera de lo que existe en y a través del cuerpo.
Pero los ángeles son almas o espíritus sin cuerpo. Hebreos 1:14 los describe como «espíritus ministradores». Jesús dijo: «un espíritu no tiene carne ni huesos» (Lucas 24:39).
Wayne Grudem dice, «Los ángeles son seres espirituales creados, con juicio moral y altamente inteligentes, pero sin cuerpos físicos».
Así que en la Biblia tenemos seres creados que son espíritus o almas sin cuerpos. Y se nos da mucha información sobre lo que hacen.
Esto es lo que me ayudó a entender: No necesitarías un cuerpo para hacer lo que hacen los ángeles. Así que lo que hacen los ángeles, que son espíritus ministradores (Hebreos 1:14). Nos da un modelo, un patrón de pensamiento sobre la vida y la experiencia de nuestros seres queridos creyentes que están ahora con el Señor.
Tenemos precedentes de esto en las palabras de Jesús, que dice a este respecto, que seremos como los ángeles en la resurrección (Marcos 12:25).
Déjame darte ejemplos de lo que los ángeles pueden hacer como almas o espíritus sin cuerpos, que nos señalarán el tipo de cosas que tus seres queridos creyentes están haciendo ahora mientras ellos y nosotros esperamos la resurrección.
i. Los ángeles ven, también los creyentes en el cielo
«Miren que no desprecien a uno de estos pequeñitos, porque les digo que sus ángeles en los cielos contemplan siempre el rostro de Mi Padre que está en los cielos» (Mateo 18:10).
Los ángeles contemplan el rostro de Dios. Son espíritus, no tienen globos oculares o retinas, pero contemplan el rostro de Dios.
Esto también es cierto para nuestros seres queridos creyentes. La fe se ha convertido en vista para ellos. Tendrán ojos en la resurrección, pero ahora, ellos ven como si fueran ángeles que no tienen cuerpos.
ii. Los ángeles hablan, también los creyentes en el cielo
Hay una comunicación llena de gozo. Leemos esto en Lucas 2:13-14 cada Navidad, ¿no es cierto?
«De repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo: “Gloria a Dios en las alturas,y en la tierra paz entre los hombres en quienes Él se complace”» (Lucas 2:13, 14).
Los ángeles son espíritus. No tienen cuerdas vocales pero alaban a Dios. Y lo mismo es cierto sobre nuestros seres queridos creyentes. Tendrán cuerdas vocales en la resurrección, pero en este momento, hablan justo como los ángeles.
iii. Los ángeles se gozan, también los creyentes se gozan en el cielo
«De la misma manera, les digo, hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente» (Lucas 15:10).
No hay nada en las Escrituras que sugiera que los creyentes que están con el Señor ven los detalles de nuestras vidas aquí abajo. Pero Jesús dice que hay gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente (Lucas 15:7). Entonces, si hay alegría en el cielo, ¿por qué los creyentes que han ido allí no participarían de este gozo?
iv. Los ángeles adoran, y también los creyentes adoran en el cielo
«Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos. El número de ellos era miríadas de miríadas, y millares de millares, que decían a gran voz: “El Cordero que fue inmolado es digno de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza”» (Ap 5:11-12).
Los redimidos en la presencia de Cristo participan de esto.
Débil es el esfuerzo de mi corazón
y frío mi más cálido pensamiento
pero cuando te vea tal como eres,
te alabaré como debo hacerlo.
(El himno de John Newton “Cuán dulce el Nombre de Jesús”)
Adorarás desde un corazón lleno y rebosante en la presencia del Señor Jesucristo. La vista se convertirá en fe, con plenitud de gozo, sin ninguna intervención de la carne. Será glorioso.