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mayo 13, 2024

25 versículos bíblicos sobre el cielo

¿Qué dice la Biblia sobre el cielo? ¡Mucho!

El cielo es un lugar de recompensa para el pueblo de Dios después de la muerte, donde la mayor bendición será disfrutar de la presencia perfecta de Dios mismo para siempre. El cielo es un lugar libre de la maldición del pecado, libre de lágrimas, dolor y sufrimiento; todos aquellos que crean en Jesucristo disfrutarán de todo deleite sin medida. Nuestros cuerpos mortales serán transformados a cuerpos resucitados. Dios no solo redimirá a Su pueblo, también redimirá Su creación entera (Romanos 8:20–21).

Mientras estudias estos versículos bíblicos sobre el cielo, toma en cuenta que este maravilloso lugar es todavía mucho mejor que lo que podemos imaginar o describir, porque según 1 Corintios 2:9:

«Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han entrado al corazón del hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman».

Si quieres profundizar en el tema, te invitamos a escuchar la serie El Cielo en el podcast de Abre la Biblia con el Pastor Colin Smith. También puedes descargar el libro El cielo: un devocional de 30 días (PDF) basado en la serie.


¿Vas a ir al cielo?

Antes de ver lo que dice la Biblia sobre el cielo, tenemos que asegurarnos de que vas a estar ahí.

Dios es el Creador de todo el universo y nos creó para Su gloria. Solo en Él encontramos nuestra identidad y propósito.

Sin embargo, la humanidad se rebeló contra la autoridad de Dios desobedeciendo Su ley. Eso se llama pecado y nos separa de Dios, trayendo Su castigo (Isaías 59:2). Debido a nuestro pecado, Dios nos impide entrar en el cielo. Todos merecemos el infierno… y tú también.

«…por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios». Romanos 3:23

Dios, en Su gran amor por nosotros, envió a Su Hijo Jesucristo para vivir una vida perfecta y morir una muerte en la cruz para pagar el castigo por nuestros pecados. Él recibió el castigo que merecíamos (2 Corintios 5:21) pero resucitó al tercer día para garantizar la justificación de todos los que creen en Él (Romanos 4:25). Recibimos este regalo gratuito de la salvación por medio de la fe.

«Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro». Romanos 6:23

«Si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo». Romanos 10:9

«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna». Juan 3:16


Si quieres estar seguro de que irás al cielo cuando mueras, te recomendamos el folleto ¿Puedo estar seguro de que iré al cielo? (PDF) o los dos episodios de nuestro podcast (Parte 1, Parte 2) con el mismo nombre:


¿Cómo será el cielo?

Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: «El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. »Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado» Apocalipsis 21:1-4

Después el ángel me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, en medio de la calle de la ciudad. Y a cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce clases de fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones. Ya no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará allí, y Sus siervos le servirán. Ellos verán Su rostro y Su nombre estará en sus frentes. Y ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos. Apocalipsis 22:1–5

Apocalipsis 21–22 describen la ciudad celestial de forma más detallada. Escucha esta enseñanza para entender lo que esto significa para nosotros.

El Señor de los ejércitos preparará en este monte para todos los pueblos un banquete de manjares suculentos, un banquete de vino añejo, pedazos escogidos con tuétano, y vino añejo refinado. Y destruirá en este monte la cobertura que cubre todos los pueblos, el velo que está extendido sobre todas las naciones. Él destruirá la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y quitará el oprobio de Su pueblo de sobre toda la tierra, porque el Señor ha hablado. Y en aquel día se dirá: «Este es nuestro Dios a quien hemos esperado para que nos salvara. Este es el Señor a quien hemos esperado; regocijémonos y alegrémonos en su salvación». Isaías 25:6–9

Me darás a conocer la senda de la vida; En Tu presencia hay plenitud de gozo; En Tu diestra hay deleites para siempre. Salmo 16:11


Escucha el episodio ¿Cómo será el cielo? Parte 1 y Parte 2 en el podcast de Abre la Biblia con el Pastor Colin Smith.


Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos, y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos. Clamaban a gran voz: «La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero». Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Estos cayeron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Dios, diciendo: «¡Amén! La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén». Apocalipsis 7:9-12

Artículo: 7 evidencias bíblicas de que nos reconoceremos en el cielo

Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo, el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de Su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar todas las cosas a Él mismo. Filipenses 3:20-21

Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre. 1 Tesalonicenses 4:16-17

Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos como Él es. 1 Juan 3:2

El Señor me librará de toda obra mala y me traerá a salvo a Su reino celestial. A Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. 2 Timoteo 4:18

Artículo: ¿Veremos en el cielo a la gente que nos hizo daño en la tierra?

«Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos». 2 Corintios 5:1

«Y esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado». Juan 17:3


Abre la Biblia

Abre la Biblia existe para abrir la Biblia con las personas, para ayudarles a abrir la Biblia por sí mismas y equiparlas para abrir la Biblia con otros. Escucha nuestro podcast Abre la Biblia con el Pastor Colin Smith o descarga el libro gratis El cielo: Un devocional de 30 días.
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